Trochando Sin Fronteras, julio 27 de 2019
Por: Eliecer Ariza – @EliecerArizaV
[dropcap color=»#ddc80d» type=»square»]Es[/dropcap]un lugar común en las redes sociales y diferentes espacios, las manifestaciones que aseguran que la gente de izquierda “quiere todo regalado”, que quienes nos movilizamos somos “vagos, mamertos” que debemos ir a trabajar, así como “lo hacen” los empresarios y que debemos agradecerles porque “producen riqueza” o “generan empleo”. Además, últimamente ante el aumento de la delincuencia en las ciudades; los foros y chats se llenan de escritos que celebran linchamientos, “paloterapia” y piden el asesinato de ladrones de poca monta y delincuentes menores.
En la realidad en Colombia existe un Estado garante de los negocios y las inversiones, un Estado que da cosas regaladas, asume deudas de empresas y patrocina vagos chupasangre. Esas garantías y “favorecimientos” se dan a las grandes empresas, oligarcas, capitalistas, es una expresión a la clase dominante. Mejor dicho, en Colombia hay un Estado capitalista, dependiente del imperialismo gringo y claramente en función de favorecer a los super-ricos.
Casos para mencionar tenemos varios: Agro Ingreso Seguro, un programa para el campo que ayudaría al campesinado a enfrentar los Tratados de Libre Comercio –TLC- que terminó en manos de latifundistas (como Uribe), reinas de belleza, ingenios azucareros (como los de la Cabal) y otras pobres viejecitas. Otro caso a resaltar podría ser la concesión de la vía al llano, vía que está cerrada todavía, y se le darán 120.000 millones para obras urgentes más una nueva licitación para construir un puente como el de Chirajara (el que se cayó matando varios obreros). O el dichoso 2x 1000 para salvar el sistema financiero (bancos, cooperativas y otros) que se sigue aplicando ahora como 4×1000 sin desmonte a la vista.
El moño que le falta a esta corta recopilación la da el gobierno del subpresidente Duque, que en materia económica es igual al de Santos, asumiendo la deuda de 1.2 billones (millones de millones) de pesos que tiene la brasilera Odebretch (empresa corrupta que patrocinó a Santos, a Zuluaga y más politiqueros de la derecha en las elecciones de 2014), con el sistema financiero. Así, el Gobierno asume pagar esa platica que le debe Odebretch y otras empresas de Sarmiento Angulo a los bancos que también son propiedad de Sarmiento Angulo.
Robaron, patrocinaron a los que les daban los contratos y como los pillaron les cancelaron el contrato, pero el gobierno de Duque les da la platica a los bancos que dejaron de recibir, Sarmiento Angulo gana por punta y punta.
“La pobre mata la vaca, el rico come filete”
Estas actuaciones que garantizan las ganancias de las pocas familias acaudaladas en el país las terminamos pagando los pobres, a nosotros nos esculcan los bolsillos para enriquecerles las arcas, a nosotros nos aprietan el cinturón para que ellos alimenten con filete a sus perros guardianes.
Lo peor es que nos han metido tanto las ideas de ellos en nuestra forma de pensar que los defendemos, tachamos de querer todo regalado a quienes exigen mejores condiciones de vida, pero a los que se roban el sudor de la frente de los trabajadores y desocupan las arcas del Estado no les decimos nada, ni una piedra les lanzamos, ni una movilización les hacemos. Ellos que son tan inútiles que no andan en transporte público, no manejan sus cuentas, ni ensucian sus zapatos, viven a costillas de los demás y aun así nos tildan de vagos.
¿Si pedimos linchamiento, muerte, palo, y sangre a quien se roba un celular, que es lo mínimo que debemos pedir para los que se roban billones de pesos, carreteras, la salud, la educación y sobre todo nuestra fuerza de trabajo?
¿Cuándo comprenderemos que ni los ricos, las empresas o el mismo dinero produce riqueza, sino que somos los trabajadores quienes la producimos y no necesitamos patrón?