A 3 años de la Sentencia de la Corte Interamericana -CIDH- que condenó al estado colombiano por la masacre en Santo Domingo (Arauca), la Corte Constitucional se pronuncia sobre el caso.
Trochando sin Fronteras 19 de Noviembre de 2015
Arauca
Hoy se cumplen 3 años de la audiencia en la cual la CIDH declaró la responsabilidad del Estado colombiano por el bombardeo ocurrido el 13 de diciembre de 1998, hecho que dejó varios muertos y heridos. Aunque la Corte fue clara en establecer la responsabilidad de la Fuerza Aérea Colombiana en el ataque contra la población civil, el Estado no ha cumplido la sentencia en cuanto a los derechos de las víctimas.
A pesar de que se profirieron sentencias condenatorias contra los miembros de la Fuerza Aérea que efectuaron en bombardeo, un juzgado de Arauca resultó condenando a un miembro de las FARC por los mismos hechos. Esto fue catalogado por las víctimas como una burla a sus derechos a obtener justicia y verdad por parte del Estado.
Recientemente, la Corte Constitucional revocó la sentencia de 53 años de prisión impuesta contra José Noé Suárez, alias La ‘Grannobles’.
Desde el mismo momento de la masacre, altos funcionarios del gobierno negaron su responsabilidad en el crimen. La versión oficial tergiversó la realidad, afirmando que la muerte de civiles había sido resultado de un carro-bomba accionado por las FARC. Luego de varios años de investigaciones penales, se pudo determinar que lo que causó las muertes y heridas a los pobladores de Santo Domingo fueron bombas tipo racimo, de fabricación estadounidense, lanzadas por una aeronave de la Fuerza Aérea Colombiana. Incluso se obtuvieron videos y audios del momento en que los pilotos recibían las coordenadas y lanzaban las bombas.
Para el defensor de las víctimas de Santo Domingo, abogado Tito Augusto Gaitán, la decisión de la Corte Constitucional restablece la legalidad «porque el fallo que había condenado a Grannobles como responsable de la masacre era una aberración, dado que este no había sido acusado por la fiscalía por esos hechos, y que la investigación penal había esclarecido con precisión, que la masacre fue perpetrada por la Fuerza Aérea, verdad corroborada por el juez penal y el Tribunal Superior de Bogotá, al condenar en primera y segunda instancia a militares como responsables de ese crimen. Esa verdad también fue establecida por la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El fallo de tutela señala que el Juez de Arauca afectó el derecho a la verdad que tienen las víctimas de la masacre, por lo que dio la razón a estas. Con ello quedó como inexistente la mención a Grannobles como responsable de esos hechos.»
Con relación a la sentencia de la CIDH el doctor Tito expresó: «el Estado no la ha cumplido, la ha desacatado, pues se niega al acto más elemental: el de reconocer su responsabilidad en la masacre y ofrecer excusas públicas a las víctimas, al tiempo que prosigue en el empeño de ‘revisar’ la verdad proclamada y establecida en ese fallo sobre la responsabilidad directa y material de agentes estatales en la perpetración de esa violación de derechos humanos».
Por su parte, Alba Janeth García, quien sobrevivió a la masacre y fue testigo ante la Corte Interamericana, manifestó a Trochando Sin Fronteras que recibe con alegría el fallo de la Corte Constitucional colombiana, ya que es un avance en la lucha que adelantan las víctimas por la justicia y la verdad en este caso. También lamentó que el Estado no haya reparado integralmente a las víctimas a pesar del fallo internacional en su contra.
Antecedentes
Los hechos de este caso se relacionan con un bombardeo producido el 13 de diciembre de 1998 por la Fuerza Aérea Colombiana en la vereda de Santo Domingo, municipio de Tame, departamento de Arauca, que provocó la muerte de 17 civiles, entre ellos 6 niños. Asimismo, 27 civiles resultaron heridos, entre los que están nueve niños. Tras la explosión del dispositivo lanzado, la Fuerza Pública habría continuado el ataque armado, desde el aire, sobre los civiles que trataban de auxiliar a los heridos y escapar de la vereda. Luego de los hechos, la población de Santo Domingo se desplazó y en enero de 1999 habría retornó a fin de reconstruir sus viviendas.
Entrevista a victima del bombardeo