En un contexto en el que la educación pública enfrenta cada vez más restricciones y donde la voz de las y los estudiantes suele ser ignorada, el reciente paro en el colegio Gran Yomasa I.E.D. se erige como un ejemplo de organización, dignidad y acción colectiva. Frente a las imposiciones de la administración escolar y la falta de democracia en las instituciones educativas, los jóvenes decidieron no callar. Con conciencia y valentía, demostraron que la participación no se pide: se ejerce. Su movilización no solo defendió el derecho a celebrar su esfuerzo, sino también la posibilidad de construir una escuela verdaderamente democrática.
Los estudiantes nos cuentan en sus propias palabras lo sucedido en su sede educativa:
El día 15 de octubre los estudiantes del colegio Gran Yomasa I.E.D presentaron una carta ante los directivos del colegio, solicitando la realización de una ceremonia de grado por la culminación de un ciclo escolar que ha sido muy importante para ellos. Sin embargo, al entregar la carta la respuesta fue un «no» rotundo. Esto pone de manifiesto una serie de problemáticas en el colegio, especialmente la falta de democracia escolar. Ya que se toman decisiones sobre la comunidad educativa sin tenerla en cuenta.
Por lo anterior, los estudiantes convocaron a un paro estudiantil el día 16 de octubre, al que se sumaron otros cursos. Ante esta manifestación las directivas acceden a dialogar con los estudiantes y plantearon una reunión para el 20 de octubre.
Dicha mesa de negociación tuvo la presencia de delegados de la DILE, un delegado de la personería local, una delegada de la ADE y una defensora de DDHH.
Finalmente, gracias a la organización estudiantil, se logró un pacto mediante el cual se aprobó la realización de la ceremonia de grados. Sin embargo, aún quedan otros temas sobre la mesa por tratar: la propuesta de los estudiantes de modificar los burocráticos métodos de participación en el gobierno escolar, pues exigen que se construya una asamblea estudiantil; y que se resuelva la problemática de presuntas Violencias Basadas en Género dentro de la institución. Sin duda, ¡lucha sí sirve! Les dijeron que esas no eran las formas, que la acción directa no era el camino. Pero los estudiantes saben que fue gracias al paro Estudiantil que avanzaron en sus metas para tener una educación digna.
La lección que dejan las y los estudiantes del Gran Yomasa trasciende los muros del colegio: es primordial que los jóvenes se organicen. Su victoria no es solo la realización de una ceremonia de grado, sino la afirmación de que la democracia también se aprende ejerciéndola. En tiempos en que se pretende disciplinar la rebeldía y despolitizar la escuela, su ejemplo recuerda que cada lucha, por pequeña que parezca, abre camino hacia una educación verdaderamente pública, crítica y emancipadora.