Las comunidades esperan que se escuchen las denuncias y propuestas frente al cambio de la doctrina de seguridad nacional y el desmonte del paramilitarismo; además de que se atiendan las exigencias y los acuerdos en los cientos de mesas de trabajo entre comunidades y organizaciones.
Refugio Humanitario
Delegaciones de todas las regiones del país instalaron en Bogotá un Refugio Humanitario como mecanismo para exigir al Estado atención sobre la emergencia humanitaria que vive en el territorio. En la sede de la Universidad Nacional, cientos de integrantes de movimientos sociales y populares exigen que se discutan cinco puntos necesarios para enfrentar la crisis que se vive en las regiones.
Entre los elementos destacados se encuentran como primer elemento las garantías necesarias para el ejercicio de la movilización; el desmonte de la doctrina militar y del paramilitarismo como mecanismo para atacar a las organizaciones sociales y a sus integrantes; la defensa de la soberanía nacional ante la continuada violación por parte de agentes extranjeros; acciones concretas para enfrentar la Emergencia Humanitaria y por último la reapertura y cumplimiento de los acuerdos que lleven a las transformaciones necesarias que necesita el país.
Refugio humanitario - 13 de octubre de 2025
Represión y ataque a la protesta social
Mientras que en Bogotá se instaló el Refugio Humanitario, en Confines, Santander, la Policía Nacional hostigó y amenazó a comunidades campesinas y defensores de derechos humanos que se reunían para participar en las jornadas de movilización propuestas en #AquíEnLaLucha.
Comunidades denuncian hostigamientos de @PoliciaColombia y @COL_EJERCITO en punto de concentración de la movilización #AquíEnLaLucha en #Santander. https://t.co/tI5KtptCB2 pic.twitter.com/SkvVrZSKXB
— Trochando Sin Fronteras (@trochandosf) October 13, 2025
En la alerta y las denuncias, integrantes de la Fuerza Pública en medio de los hostigamientos violaron los protocolos dispuestos para los ejercicios de movilización y protesta; además, de ocultar su identificación en medio su ejercicio como servidores públicos, resaltar que estas conductas se realizaron con el beneplácito de altos mandos de la institución -Mayor Julián Ramírez y el subintendente Edward Jaimes-.
Sumado a estas conductas, las comunidades movilizadas denunciaron que los integrantes de la Fuerza Pública instigaron a habitantes en contra de los manifestantes. Estos hostigamientos y persecución a los manifestantes se extendieron hasta la madrugada y se extendieron por diversos municipios de Santander.
Movilización como respuesta a la emergencia
En distintos puntos de la geografía nacional y en Bogotá, los participantes de la movilización #AquíEnLaLucha realizan jornadas de exigibilidad en diferentes ministerios, unidades y direcciones, buscando que el Estado colombiano a través del gobierno actual puedan reabrir mesas de interlocución, cumplir acuerdos y actuar frente a la emergencia humanitaria que se vive en las diferentes regiones del país.

Las movilizaciones se concentran en el Ministerio de Vivienda, Unidad de Víctimas, La Agencia Nacional de Tierras, Sociedad de Activos Especiales, entre otros. La jornada también tiene diferentes puntos en la geografía nacional en los que se encuentran:
Arauca – Movilización sobre el río Tame – Comunidades campesinas, indígenas, trabajadores, juntas de acción comunal, jóvenes y mujeres
Norte de Santander – Movilización en la Planta de Gas de Gibraltar – Comunidades campesinas y sectores de juntas de acción comunal
Santander – Universidad Industrial de Santander – Comunidades campesinas, jóvenes y pobladores urbanos.
Chocó – Vía Quibdó – Pereira – Comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinos.
Cauca – Vía Panamericana – municipio de Rosas – Comunidades campesinas, indígenas y pobladores urbanos.
- Buenaventura – Vía al mar – Comunidades afrodescendientes y campesinas.
- Cesar – Ruta del Sol – Comunidades campesinas, sectores urbanos y populares
Estas diferentes movilizaciones se articulan a las exigencias nacionales; pero, a su vez, también tienen exigencias locales y sectoriales articuladas a mesas de negociación e interlocución ya existentes.