Asentamientos humanos por necesidad, organización por convicción
Trochando Sin Fronteras, febrero 10 de 2020
En Colombia se vive una guerra por la tenencia de la tierra. Miles de comunidades campesinas han sido despojadas por la violencia. Desde los años 40, millones de familias han sido obligadas a desplazarse forzadamente a las diferentes ciudades del país. Casanare es uno de los departamentos que ha tenido que afrontar el destierro.
Entre las familias y comunidades desplazadas se encuentran madres cabeza de hogar, familias con miembros discapacitados, adultos mayores, o en condición de vulnerabilidad. condiciones que multiplican las necesidades y problemáticas en la ciudad.
Los Asentamientos humanos son el lugar donde estas comunidades y familias logran ubicarse. Estos lugares normalmente tienen nulas condiciones que precarizan las condiciones de los desplazados. Yopal, en el departamento de Casanare, alberga más de 8.000 familias en esa situación.
Asentamientos humanos por necesidad
En Yopal son tres los asentamientos humanos que evidencian críticas condiciones sociales, ambientales y de salubridad.
-Mi Nueva Esperanza: Concentra a más de 2500 familias, no tiene acceso a servicios básicos, tiene problemas ambientales y de salubridad. Estas necesidades y problemáticas evidenciadas por organizaciones sociales han hecho eco en la Procuraduría Nacional que exigió la reubicación a dicho asentamiento.
-La Libertad: Sin acceso a agua potable, ni alcantarillado. Se encuentra ubicada a la orilla del Caño Seco, lugar contaminado por desechos, animales en descomposición y aguas negras. La situación de salud pública y salubridad es crítica. Aunque la administración pretendió dar solución de vivienda para 600 familias en un proyecto de vivienda, este no avanza y según las comunidades no cuenta con condiciones dignas para la vivienda.
-Ciudadela “La Bendición” en ella viven 776 familias, con un aproximado de 20.000 personas, sé ubica en la vereda San Rafael, sector conocido como El Copey, Los Manantiales y los Claveles. Este Asentamiento no cuenta con servicios públicos y presenta vertimiento de aguas residuales, sumado a los problemas de inseguridad y de violación de derechos humanos.
La situación de Yopal, también la viven comunidades y familias en Pore, Tauramena, Nunchia, Trinidad y Aguazul, quienes en asentamientos son sometidos a la indiferencia de las administraciones locales y nacionales mientras subsisten en precarias condiciones.
Organización por convicción
Ante la situación de comunidades y familias estas han decidido crear comités de mujeres. Así nació la Asociación de Mujeres Unidad por Casanare –ASMUC-. Organización que ha llevado una lucha permanente por el derecho al acceso de una vivienda digna en Casanare, con movilizaciones, plantones y marchas avanzaron en construir y radicar pliegos de exigencias a necesidades. En los espacios de diálogo e interlocución han socializado con administraciones y delegados con el fin de abordar las necesidades de cada territorio.
Las propuestas de las comunidades buscan superar necesidades y construir vida digna. Propuestas en marcadas en el Plan Alternativo de Vivienda – PAV- en Yopal, y Plan Alternativo de Vivienda Rural en Nunchia y Pore.
En la construcción de estos planes ASMUC cumple un papel importante en la formación, cualificación y desarrollo de liderazgos que luchan y se organizan en los diferentes municipios de Casanare.