Este lunes 16 de junio, Bogotá se convirtió en el escenario de una de las discusiones más relevantes a nivel internacional sobre los derechos de la tierra, con la participación de diversas organizaciones sociales, entre ellas el Coordinador Nacional Agrario (CNA).
La Universidad Nacional acogió la 10.ª edición del “Foro Global de la Tierra”, un encuentro reúne a expertos, líderes sociales, académicos y defensores para reflexionar, incluso, debatir sobre los desafíos y oportunidades en torno al acceso y los derechos sobre la tierra.
El evento, que se llevará a cabo del 16 al 19 de junio, inició con el “Día de Colombia y la Región”. En este marco, se desarrolló el panel titulado “Organizaciones populares en Colombia: Procesos políticos colectivos por la garantía del derecho a la tierra”, que contó con la participación del CNA. En su intervención, Jairo García, integrante del Coordinador Nacional Agrario, destacó el papel fundamental del campesinado en la participación activa y la lucha constante por la construcción, exigencia y garantía de sus derechos.
Como lo evidenciaron los siguientes hechos históricos: El Acto Legislativo 01 de 2023, que reconoce al campesinado como sujeto de derechos y de especial protección, también, el reconocimiento de los Territorios Campesinos Agroalimentarios (TECAM) en el Decreto 0780 del 24 de junio de 2024, así como la insistencia en la reglamentación de una reforma agraria integral y popular para el campo colombiano.
Estos logros y esfuerzos reflejan la lucha incesante por la dignificación de la fuerza de trabajo campesina por el reconocimiento del derecho a la tierra y a la territorialidad, lo constantán las palabras de Jairo, integrante del CNA:
“Vamos a recordar que, lo que se ha ganado en este gobierno, venía de luchas históricas de mucho tiempo atrás, que el reconocimiento del campesinado como sujeto de derechos, lo presentamos 7 veces en el congreso y 7 veces lo tumbaron, hoy esos pasos que hemos venido ganando han tenido bastante discusión ”
Es por esto que, para avanzar hacia una verdadera reforma agraria, es fundamental, en primer lugar, que la institucionalidad no solo crea en el proceso, sino que también adopte una ruta de participación vinculante con el campesinado. Esto implica reconocer al campesinado como un actor clave en la construcción de políticas institucionales y en el desarrollo agroindustrial del país. En segundo lugar, y más importante, el campesinado debe unificarse y mantener su lucha por la recuperación y la retoma de la tierra, para garantizar su autonomía, así como la soberanía alimentaria de Colombia.
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