viernes, julio 18, 2025

Aumentan los incumplimientos, las amenazas y fracasos de Nayib Bukele en El Salvador

Con la llegada de Nayib Bukele a la presidencia en 2019 y su permanencia en el poder, el panorama para El Salvador resulta desalentador.

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Juliana Marin
Juliana Marin
Comunicadora social y periodista de la Universidad distrital con enfoque en comunicación popular y comunitaria
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En distintas ocasiones organizaciones sociales, diversas ONG, partidos de oposición, medios de comunicación y comités de derechos humanos, tanto a nivel nacional como internacional, han denunciado los claros hechos de incumplimientos, corrupción y artimañas en las que hoy se encuentra sumergido El Salvador.

‘El Pulgarcito de América’ sufre un panorama desalentador, con el Poder Legislativo bajo el control total del partido ‘Nuevas ideas’, liderado por el mandatario actual, además, la cooptación del Poder Judicial y el Poder Ejecutivo manejado por su círculo de confianza de hermanos y allegados, Bukele consiguió de manera autoritaria la concentración de poder y el aumento de la degradación democrática para mantener el control.

Su discurso sigue siendo el mismo que hace 6 años, a través de diferentes iniciativas y  reformas institucionales promete acabar con la corrupción, sin embargo, hoy la realidad es completamente distinta, su mandato resalta que: En lo absoluto le interesa velar por la justicia y el cumplimiento de los derechos humanos, por el contrario, su objetivo ahora es más claro que nunca. Mantenerse en el poder mientras él y sus leales siguen acumulando capital a costa del bienestar de las y los Salvadoreños.

En cuanto llegó a la presidencia, sobresalieron los incumplimientos, por ejemplo, no hubo nombramiento del comisionado anticorrupción, en 2019, la creación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en El Salvador (CICIES) carece de credibilidad frente a su capacidad para garantizar la honradez y eficacia en la gestión pública, comisión que refleja un acuerdo con la OEA nada riguroso, puesto que este instrumento “fue diseñado para depender del Poder Ejecutivo, donde no hay garantías de transparencia ni mecanismos de supervisión pública.”

Organizaciones salvadoreñas ratifican su compromiso con la defensa de la democracia y la justicia social.

Como lo denuncia el Bloque de Resistencia y  Rebeldía Popular “el pueblo ya sabe que nada de lo prometido se ha cumplido». Entre los proyectos anunciados y no realizados, destacan: el «Aeropuerto del Pacífico», el «Ferry a La Unión» y el «Satélite Cuscatlán». Tampoco existen la «Ciudad Bitcoin», ni siquiera nuevas facultades en la Universidad de El Salvador, ni las 5,500 escuelas reparadas prometidas (solo se han reparado 49). Asimismo, no se construyeron los metros elevados en el Gran San Salvador, ni se concretó el apoyo prometido para jóvenes, mujeres, veteranos de guerra o campesinos, como estipulaba el «Plan Cuscatlán».

El presidente de facto y su maquinaria política han intensificado la crisis social, democrática y económica. Esto se evidencia en el cierre de 72 escuelas, 45 unidades de salud, 12 oficinas del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU) y 19 albergues para víctimas. Además, su reelección inconstitucional, se ha implementado bajo un régimen de excepción permanente, que ha resultado en el encarcelamiento, sin orden judicial, de miles de personas inocentes, incluyendo periodistas, defensores de derechos humanos y líderes sociales.

Como si fuera poco, a lo anterior se suma la muerte de cientos de detenidos en prisión, muchos sin condena y con señales de tortura, junto con el ocultamiento sistemático de información pública. La deuda del Estado ha alcanzado niveles preocupantes, superando los $13,300 millones en menos de seis años, mientras la corrupción se incrementa y allegados al mandatario concentran negocios clave, como el café, la caña de azúcar y comercios en el centro de San Salvador, sin cumplir con obligaciones tributarias.

Además, la falta de empleo digno, los despidos masivos en el sector público y el aumento en el costo de vida, acompañado de salarios insuficientes para cubrir las necesidades básicas, reflejan la difícil situación que enfrenta el pueblo salvadoreño, Sin embargo, esta crisis también abre una ventana de oportunidad para que las organizaciones populares se fortalezcan y construyan caminos sólidos hacia la unidad y la liberación.

“Solo a través de la unión de todo el pueblo será posible derrotar a este gobierno corrupto y autoritario. El Salvador merece un futuro mejor, y ese futuro se construirá con lucha, organización y esperanza.”

Fuentes: 

1. Bloque de Resistencia y Lucha y Rebeldía Popular. Comunicado “UN AÑO DE GOBIERNO INCONSTITUCIONAL, LLENO DE MENTIRAS, AMENAZAS Y FRACASOS”

2.Can El Salvador’s new anti-corruption commission deliver? (2019, septiembre 12). Americas Quarterly. 

https://www.americasquarterly.org/article/can-el-salvadors-new-anti-corruption-commission-deliver/

3. Kurylo, B. (2024, abril 11). Corrupción en El Salvador: el doble juego de Bukele. Nueva Sociedad | Democracia y política en América Latina. 

https://nuso.org/articulo/310-corrupcion-en-el-salvador-el-doble-juego-de-bukele/

 

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