Desde 2021, la comunidad campesina de Cajibío, ha intensificado su proceso de recuperación de tierras que surgió en respuesta a la presencia de la multinacional irlandesa Smurfit Kappa (SK), que opera en 36 países, cuya expansión desde los años 80 ha transformado vastas extensiones de tierra en monocultivos de pino y eucalipto, destinados a la producción de papel y empaques, teniendo un impacto devastador en el ecosistema local.
Los monocultivos han causado una grave disminución de la flora y fauna nativa, reducción las fuentes de agua y el deterioro de la fertilidad del suelo. Además, el desplazamiento forzado de animales y la pérdida de hábitat natural han contribuido a la degeneración ambiental de la zona, mientras que el impacto social ha sido igualmente devastador.
La expansión de SK ha llevado al despojo de tierras agrícolas y al empobrecimiento de las comunidades rurales, forzando a muchas familias a migrar a las ciudades o aceptar trabajos precarios en las plantaciones de pino, donde las condiciones laborales son deplorables. Las estrategias de la empresa, han llevado a la desintegración del tejido social, a través de la entrega de ayudas sociales y la represión de líderes comunitarios, lo que han intensificado las divisiones y conflictos dentro de las comunidades.
Recuperación de tierra en Cajibío.
Este proceso, liderado inicialmente por campesinos organizados del Coordinador Nacional Agrario, ha ganado fuerza por la incorporación de pueblos indígenas como los MISAK y los NASA, quienes unen sus esfuerzos para constituir el territorio de la vida interétnica y cultural Tevik.
Frente a esta realidad, el Movimiento de Recuperación de Tierras, busca reivindicar el derecho legítimo del campesinado sobre estas tierras, exigiendo que SK retire su presencia y entregue los terrenos a la Agencia Nacional de Tierras (ANT). Este paso es esencial para la restauración de los bosques nativos, preservar las fuentes de agua y revitalizar los productos alimenticios locales, contribuyendo de esta manera a la recuperación de la vida digna y sostenible en Cajibío.
La recuperación de tierras es un esfuerzo colectivo que no solo busca la restitución de derechos sobre la tierra, sino también la restauración de la vida, la cultura y la dignidad de las comunidades marginadas y desplazadas. Este esfuerzo simboliza una resistencia contra la explotación desmedida de recursos naturales y un llamado urgente a la justicia social y ambiental en una región gravemente afectada por intereses económicos externos.
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