[quote]En la cultura colombiana, esta fecha es usada para hacer bromas, molestar al vecino o al amigo realizándole alguna inocentada, pero debemos reconocer con asombro que en Colombia todos los días parecen 28 de diciembre[/quote]
Trochando Sin Fronteras, diciembre 28 de 2018
Por: Mauricio Reyes Rojas – Trochando Sin Fronteras
[dropcap color=»#ddc80d» type=»square»]El[/dropcap]28 de diciembre se celebra en el calendario católico el día de los Santos Inocentes. Fecha que recuerda la crueldad del Rey Herodes I, El Grande, quien según las escrituras mando a asesinar a todos los niños menores de dos años en Belén (Judea) con el fin de deshacerse de Jesus de Nazareth.
En la cultura colombiana, esta fecha es usada para hacer bromas, molestar al vecino o al amigo realizándole alguna inocentada, pero debemos reconocer con asombro que en Colombia todos los días parecen 28 de diciembre.
Vivimos de inocentada en inocentada!!!
Los testigos contra el innombrable y su hermano mueren a diestra y siniestra como si las plagas de Egipto acabaran con ellos uno a uno. En el Caso Odebrech un Fiscalsito mentiroso y su majestad Don Aval viven en la impunidad mientras los testigos duermen en un sueño profundo esperado el príncipe de la justicia.
Los siete enanitos aún esperan que la economía naranja de Don Puerquisimo Choncho les de la oportunidad de salir de la informalidad. Y nosotros esperamos menos impuestos y más salario de los pagos que nos adeudan por trabajar, trabajar y trabajar.
Para nosotros los bromistas extremos, tiene más relevancia las guarimbas, a las que llamamos expresiones de la democracia, mientras legitimamos el mutilamiento de nuestros jóvenes y estudiantes que exigen educación publica, gratuita, financiada y calidad.
Dejamos morir a nuestros campesinos, sus cosechas se pierden y los bancos expropian sus tierras, mientras importamos la comida por que la soberanía alimentaria no es nuestra prioridad.
Somos la sede de la Cumbre Mundial anti Corrupción mientras que los próceres de la patria se roban la salud, la alimentación y la educación de sus electores. Vivimos con 50.000 pesos, que nos alcanzan cuatro años entre elección y elección, mientras esperamos que nuevamente nos unten la mano.
Buscamos la paz, pero incumplimos los acuerdos, matamos a los líderes, desplazamos y asesinamos y lo más hermoso reavivamos los ciclos de violencia entregándole armas a las personas de bien, esas mismas que en el pasado casi acaban la pobreza a bala en los campos y ciudades.
El panorama es desalentador, esto ya no parece una «inocentada»… Me recuerda más a una película de terror, la broma se convirtió en crimen, aquí nadie vio y nadie dijo nada. El 2019 será un año nuevo, pero seguiremos comiendo de la misma mierda.