Trochando Sin Fronteras, febrero 22 de 2019
[dropcap color=»#ddc80d» type=»square»]La[/dropcap] historia de Colombia ha estado rodeada de violencia, sobre todo, la violencia política. Desde las guerras civiles del siglo pasado. Pasando por el asesinato de líderes políticos como Jorge Eliecer Gaitán. Es decir, Colombia es el país, en el que en solo un año fueron asesinados tres candidatos a la presidencia de la república (1989 – 1990): Luís Carlos Galán, Bernardo Jaramillo, Carlos Pizarro. Unos de los casos más relevantes de la violencia política es el exterminio de la Unión Patriótica -UP-. Este flagelo no solo lo han sufrido los líderes políticos, sino también los líderes sociales.
Desde el año 2016, cuando se firmó el acuerdo de paz entre las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos la violencia contra los líderes sociales se ha venido agudizando notablemente. Según datos establecidos de la Defensoría del Pueblo a la fecha van cerca de 600 líderes asesinados, las mismas cifras tiene Cumbre Agraria. Para la fiscalía en los últimos cuatro años tan solo han asesinado 311 líderes sociales.
Es importante resaltar que la ONU, se reunió con los líderes sociales en diferentes regiones del país, y, lo que evidenció es que existe un orden sistemático en el exterminio de líderes sociales, pero el gobierno en su afán de mostrar en el exterior a una Colombia en paz dice que solo son líos de faldas o problemas personales como lo ha afirmado en algunas ocasiones desde el ministerio de defensa.
Pero ¿Quién los está matando?, ¿Cuáles son las causas?, ¿A qué obedece esta sistematicidad? Por esta razón, en el Socorro, Santander, organizaciones sociales como el Comité Cívico por el Acueducto y Desarrollo del Socorro, acompañados de Asociación Nacional Campesina José Antonio Galán Zorro -ASONALCA-, La Asociación Nacional de Jóvenes y Estudiantes de Colombia -ANJECO- y UMCOSAM, realizaron un acto conmemorativo en rechazo a los asesinatos a líderes sociales.
Con la presentación de una galería de las lideresas y líderes asesinados hicieron un llamado de conciencia a los habitantes del Socorro para que rechacen el asesinato a quienes luchan por defender los derechos fundamentales de la población colombiana. Un acto simbólico se desarrolló en este magno evento, fue ubicado un cofre fúnebre en la base de la estatua del líder comunero José Antonio Galán Zorro, sobre él, la bandera de Colombia junto a objetos representativos de campesinos. Los jóvenes y los trabajadores también rechazaron la violencia contra los líderes sociales.
Para la docente de la Universidad Libre, “es muy trágica la situación. Como ciudadanas y ciudadanos tenemos una deuda con esas comunidades que están poniendo el cuerpo frente a las luchas por la reivindicación de los derechos sociales, económicos y políticos”. Agrega “da rabia por la situación política, es preocupante, es que justamente nuestros representantes en el mejor de los casos se quedan callados y en el peor de los casos los acusan, y hacen que las víctimas sean revíctimizadas, cada vez más”.