sábado, septiembre 23, 2023

Cumbre de la CELAC: un paso más hacia la integración de américa latina

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Trochando Sin Fronteras – Edición 17 Marzo 2014

“Seamos capaces de hacer de esta Tierra no la tumba de la humanidad, hagamos de esta Tierra un cielo, un cielo de vida, de paz y de hermandad para toda la humanidad, para la especie humana”

Hugo Chávez

[dropcap color=»#ddc80d» type=»square»]C[/dropcap]uando Hugo Chávez y Fidel Castro coincidieron en establecer la necesidad de crear un organismo que agrupara a los estados de Latinoamérica y en Caribe, pocos le dieron credibilidad a semejante reto para la región.

La existencia de organismos de control regional como la Organización de Estados Americanos – OEA-, además de la creciente incidencia del gobierno estadounidense y de las potencias europeas en algunos de los países de nuestro continente, hacían casi una utopía la intención de liderar un proceso integracionista de ese calibre.

Como escribió Atilio Borón: ¿quién habría podido imaginar, hace apenas cinco años, que el sueño bolivariano de Hugo Chávez –sueño fundado en un impecable diagnóstico de la geopolítica mundial- por construir un organismo regional sin la presencia de Estados Unidos y Canadá rendiría sus frutos?

En enero pasado se celebró en La Habana (Cuba) la segunda cumbre de jefes de estado de la CELAC. A la reunión llegron delegados de los 33 países de América Latina y el Caribe que hacen parte de este nuevo organismo multilateral.

Segunda Cumbre de la CELAC

Ya desde la cumbre constitutiva, el comandante HUGO CHÁVEZ insistió a los demás presidentes en retomar la conciencia del proyecto concreto unitario, en llevar a cabo una integración política, económica, social, científica técnica y cultural. A fin de convertir la CELAC en un verdadero bloque que conecte nuestro continente, sobre la base del respeto y la soberanía, con otras regiones del mundo.

En esta oportunidad se presentaron propuestas en dirección a recuperar y fortalecer la soberanía de los pueblos. Un claro ejemplo lo puso la República Bolivariana de Venezuela al plantear la necesidad de integrar a Puerto Rico, país que desde hace varias décadas funciona como un protectorado de los Estados Unidos, situación que está en contravía de las aspiraciones y luchas de nuestro pueblos.

Recordar que todos los países latinoamericanos y caribeños la integran, a excepción es Puerto Rico, cosa nada gratuita, teniendo en cuenta que Estados Unidos es el que más obstáculos le ha puesto al proceso de integración representado en este novedoso organismo. Restandole importancia, y aprovechando que la primera presidencia del organismo correspondió a Chile (uno de sus aliados). Pero luego, cuando en 2013 la presidencia la ejerció Cuba, se produjeron grandes avances en el plan de trabajo establecido.

También se debatió  acerca de los mecanismos de cooperación, entendimiento y solidaridad entre los pueblos latinoamericanos y caribeños, diseñando política conjunta coherente con la reducción de la pobreza, pero también las estrategia para neutralizar un modelo impuesto de saqueo desde la privatización de la riqueza por parte de las corporaciones multinacionales.

El plan de erradicación del hambre y la pobreza y la propuesta de Zona de Paz de América Latina y el Caribe, requieren obligatoriamente reformular la estructura productiva extrativista y el comercio monopolizado.

Otras propuestas debatidas fueron el apoyo para el reclamo argentino en relación con las Islas Malvinas, el levantamiento del bloqueo a Cuba, el repudio al espionaje que realiza los Estados Unidos (presentada por Eduador), la consolidación del Banco del Sur, entre otras.

Otros avances en la integración

No es gratuito que el primer gobierno que apoyó y sutentó políticamente las niciativas de Chávez fuera el de Cuba. Han sido el gobierno cubano y su líder histórico Fidel Castro quienes desde el triunfo de la revolución socialista en 1959 han planteado la necesidad de establecer mecanismos de integración latinoamericana, a fin de contrarrestar los que ha creado el imperialismo para mantener orpimidos a los pueblos (OEA, ALCA, TLCs, etc.).

No sólo la CELAC representa una estrategia itegracionista en América Latina y el Caribe. A partir de los gobiernos progresistas y de izquierda se han conformado o fortalecido organismos como MERCOSUR, Alianza Bolivariana para las Américas -ALBA-, UNASUR y CELAC; además se han materializado iniciativas particulares en el campo energético, financiero y las comunicaciones, tales como Petrocaribe, Petrosur, Banco del Sur y Telesur.

El trayecto en esa dirección es evidente en la declaración emanada de la segunda cumbre: 

“Fortalezcamos nuestras democracias y todos los derechos humanos para todos; demos mayores oportunidades a nuestra gente; construyamos sociedades más inclusivas; mejoremos nuestra productividad; estrechemos nuestro comercio; mejoremos nuestra infraestructura y conectividad y las redes necesarias que unan cada vez más a nuestros pueblos; trabajemos por el desarrollo sostenible, por superar las desigualdades y por una más equitativa distribución de la riqueza, para que todos sientan que la democracia les da sentido a sus vidas. Esa es la misión de la CELAC, esa es la tarea a la que hemos sido convocados y esa es la responsabilidad política que tenemos por delante y de la cual deberemos dar cuenta a nuestros pueblos”.

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