jueves, diciembre 7, 2023

Editorial Periódico Trochando Sin Fronteras Edición 30

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El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo” dijo Fidel en el mensaje de 2008 en que renunció a sus cargos.

Trochando Sin Fronteras Edición 30 diciembre -enero de 2017

Editorial edición 30 

Los países imperialistas continúan su campaña de agresión para garantizar el control de territorios que resultan estratégicos para sus intereses económicos y de hegemonía mundial. Bombardeos, ataques a la población civil, terrorismo, presiones políticas y mediáticas no han cesado en Afganistán, Irak, Irán, Libia, Corea del Norte y Siria. En esta última nación, el objetivo de Estados Unidos y sus aliados es derrocar al gobierno de Bashar Al Assad y apropiarse del gas y del petróleo; por tal motivo, principalmente allí se mantiene la intensidad de los ataques y del acoso.

En Latinoamérica la situación no es muy diferente. La intromisión permanente de los imperios y de las corporaciones transnacionales, así como el alineamiento de las oligarquías nacionales, continúan. Ello ha hecho posible la llegada de Macri a la presidencia en Argentina, el golpe de Estado parlamentario en Brasil, y la desestabilización en Venezuela. Estos casos muestran un retroceso en los procesos democráticos y populares que se venían consolidando en la región. A pesar de lo anterior, en las recientes elecciones en Nicaragua Daniel Ortega mantuvo la presidencia con amplia ventaja sobre sus opositores.

En medio de este cuadro se acaban de realizar las elecciones en Estados Unidos, donde el magnate Donald Trump superó en votación a Hillary Clinton y ganó la presidencia. Esto sucedió luego de un debate plagado de controversias por las mutuas acusaciones de corrupción, amenazas contra los latinos e inmigrantes en general y las excentricidades del multimillonario. Los medios nacionales e internacionales han querido plantear una diferencia en las posiciones políticas y el rumbo del gobierno yanqui, respecto de los dos candidatos; la realidad es que la burguesía imperial tiene claros sus objetivos y de cara a ellos hay unidad de acción, siendo meramente formales las divisiones entre demócratas y republicanos. Un ejemplo de ello es que la política exterior norteamericana seguirá guiada por el afán expansionista de quienes manejan los hilos del poder.

Mientras tanto, en Colombia se develó la posición de la oligarquía de cerrar filas en el llamado “diálogo nacional”, entre las dos líneas de derecha, representada una por el gobierno de Santos y la otra por Álvaro Uribe y sus seguidores. Estos dos sectores consolidaron unas propuestas para hacer que el acuerdo final de paz con las FARC resultara más ajustado a los intereses del régimen -aún más de lo que ya era-.

Pese a las nuevas inquietudes presentadas por los uribistas, sin duda el nuevo acuerdo los deja más satisfechos, y ya avanza su refrendación por parte del Congreso, evitando otro plebiscito.

Todo esto evidencia que la derecha no tiene divisiones importantes, ya que prevalece la necesidad de mostrar un ambiente de paz para impulse la llamada “confianza inversionista”; las supuestas contradicciones hacen parte del juego para presionar el cabal desenvolvimiento de sus apuestas.

Aprovechando la discusión acerca de la necesidad de la “paz”, se presenta ante el Congreso la reforma tributaria. Aunque ha tenido cierto debate, no se le ha dicho a los contribuyentes que esa reforma aumenta notablemente los impuestos a las clases pobres y medias del país y deja intactas las exenciones a las corporaciones transnacionales o las rentas petroleras y mineras. Nuevamente los asalariados y demás trabajadores son los que tendrán que pagar.

De esa manera se profundiza la ya precaria calidad de vida del pueblo, al mismo ritmo que se incrementa el saqueo de nuestros recursos naturales. Lo anterior se suma a la represión y criminalización de la protesta y la movilización social,  como sucedió recientemente en el municipio de San Martín, Cesar: Allí los habitantes se manifestaron públicamente contra del fracturamiento hidráulico para explotación petrolera -‘fracking’-, por considerar que esa práctica es depredadora para el ambiente. La respuesta del estado fue judicialización y asesinatos.

Como Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente Colombiano tenemos profundos reparos a la forma como el gobierno nacional ha venido abordando el tema de paz. Hemos dicho que sólo se pretende finalizar el conflicto armado desmovilizando a uno de sus actores, pero desconociendo que hay un conflicto social, político, económico, territorial y cultural que afecta a la mayoría del pueblo colombiano.

Por eso, desde junio de 2015 le planteamos al comisionado de paz, Sergio Jaramillo, la necesidad de abrir un escenario donde el pueblo participe en la discusión sobre la finalización del conflicto armado, pero también, que se discuta el conflicto económico y social. Para ese fin propusimos la realización de un diálogo nacional a través del escenario de la Mesa Social para la Paz, cuyo lanzamiento se realizó el pasado 3 de noviembre, recogiendo las diversas visiones de paz. En ese escenario participó incluso la derecha, por medio de uno de sus voceros, Francisco Santos.

En el mismo, sentido, como región centro oriente tenemos proyectado realizar este 15 de diciembre la presentación del Gran Diálogo Nacional y la instalación de la Mesa Regional para la Paz. La sede del encuentro es la ciudad de Arauca capital y hacemos la invitación a todas las expresiones sociales y políticas de la región para que converjamos en este escenario de manera multitudinaria.

Somos conscientes de que el gobierno colombiano difícilmente va a modificar su libreto de paz; que solo la organización, la unidad y la lucha popular serán la garantía para las reivindicaciones y transformaciones necesarias; que la participación del pueblo en la construcción de la paz solo se logrará al calor de la movilización social.

Al cierre de esta edición nos embarga con dolor la noticia de la muerte del Comandante Fidel Castro, quien durante sus largos años de lucha revolucionaria tuvo la sabiduría de enfrentar el imperioalismo de los Estados Unidos, que ha insistido en destruir el proceso socialista cubano; también demostró ser un formidable conductor político, no solo del pueblo cubano sino de los pueblos oprimidos de la tierra, a través del internacionalismo proletario, principio fundamental de los derechos democráticos de la humanidad.

A igual que José Martí, en su ejercicio político practicó la pedagogía, es decir, enseñó, orientó y formó ideológicamente a su generación y las siguientes para que continuaran en el camino del desarrollo revolucionario socialista, indicando que la conciencia asumida por los pueblos es fundamental para lograr los sueños libertarios.

Los grandes políticos de la humanidad, que bien podemos contarlos con los dedos de la mano, necesaria y obligatoriamente han sido instructores, es decir, pedagogos, pues de no serlo, caerían en el vulgar calificativo de politiqueros; aquellos que hacen política no a favor de los pueblos sino para satisfacer los mezquinos y egoístas intereses grupales.

“Ser internacionalista es saldar nuestra propia deuda con la humanidad. Quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar por sí mismo.”

Gloria eterna al Comandante Fidel Castro

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