Trochando Sin Fronteras edicion 28, julio – agosto de 2016
Por: Fundación para la promoción de la Justicia Social Javier Alberto Barriga (FUNJAB)
En junio pasado el Congreso del estado colombiano aprobó el nuevo Código de Policía. Luego de mucha polémica por su contenido represivo y a pesar del rechazo de diversos sectores sociales, los congresistas votaron mayoritariamente su aprobación.
Esta nueva normativa concede amplias facultades a la policía, en detrimento de los derechos fundamentales de los ciudadanos, lo que fue considerado por defensores de derechos humanos como inconstitucional.
Retención de personas para ser “conducidas por protección”, toques de queda respecto a niños, jóvenes y adolescentes, allanamientos sin orden judicial y al criterio de los policías, son unas de las más graves figuras que contiene el código. No obstante, los grandes medios de prensa y televisión sólo presentaron la cara “positiva” de esta nueva ley, al resaltar que servirá para que haya un control a los vecinos que hacen mucho ruido.
Por otra parte, el nuevo código también permite atropellar a las personas que viven de la economía no formal o vendedores ambulantes, con la excusa de proteger el espacio público. También regula la protesta social, que es un derecho constitucional que no podría estar reglamentado por una ley de este carácter.
A pesar de todas esas medidas que afectan los derechos de los ciudadanos, el congreso aprobó el código en bloque y no permitió mayor discusión a esos puntos que dejan expuestas a las personas ante las exageradas facultades que ahora tendrá la policía.