Trochando Sin Fronteras, agosto 13 de 2019
[dropcap color=»#ddc80d» type=»square»]EL[/dropcap] el municipio de Riosucio (Chocó), ‘La caravana humanitaria por la vida”, que hizo su recorrido por el Bajo Atrato chocoano, realizo su actividad de cierre junto a las comunidades. Por la vida, la autodeterminación, la paz y la libertad de los pueblos.
En la actividad de cierre del recorrido, Indígenas y comunidades negras se reunieron en el municipio de Riosucio -Chocó, junto a la Caravana Humanitaria; el viaje se desarrolló entre el 5 y el 11 de agosto de 2019 y vinculó a 37 delegados internacionales de 12 países y delegados de organizaciones como el Movimiento Político de Masas Social y Popular del Centro Oriente de Colombia, el Comité Permanente por los Derechos Humanos – CPDH, el Coordinador Nacional Agrario – CNA, el Proceso de Comunidades Negras –PCN, ACAMURI, el CISCA, los Consejos Comunitarios Afro y las distintas comunidades indígenas del territorio, entre otras.
La caravana hizo un recorrido por las comunidades del Bajo Atrato chocoano, en una iniciativa que busca visibilizar las problemáticas que atraviesan estas comunidades y la grave crisis humanitaria que vive el pueblo de Chocó. Siendo un departamento históricamente afectado por el conflicto social y armado, donde se presentan problemáticas relacionadas con el cultivo de palma aceitera, la minería, la deforestación, el acceso a los bienes colectivos (agua, luz, vías), acceso a la educación y la salud.
Como resultado de esta caravana humanitaria, la comunidad visitada espera que se den a conocer las realidades que se viven en los territorios y una articulación entre las organizaciones que participaron en la caravana y las comunidades. Así lo indica un habitante de la cuenca del río Jiguamiando: “En la caravana se ha vivido una experiencia muy bonita, se encontró acompañamiento y unidad y que se espera que se pueda llegar a fortalecer ese proceso y ese acompañamiento en el territorio de lo que se está viviendo en el territorio y las comunidades tanto como Jigua como en Curvarado también diciéndole al mundo entero que allá hay pobladores, gente que siente y sufre por su territorio”.
“En la salud vivimos una vida muy maluca en la salud, porque no tenemos centro de salud, tenemos promotores que no se ganan ningún sueldo no son profesionales ni tienen ningún tipo de cartón, sino que a nivel personal se han venido capacitando”.
En el acto de cierre el delegado del Proceso de Comunidades de Negras –PCN- José santos Caicedo, nos dio a conocer algunas de las conclusiones de la Caravana humanitaria: “’Se visitó las zonas humanitarias el rio Salaqui y las cuencas del Jiguamiando se observó la vulneración efectiva de los derechos humanos y la infracción del Derecho Internacional Humanitario que pedirán estar viviendo en las comunidades, otro asunto que pudimos percatarnos es la violación de los derechos territoriales, digamos enfocados a lo que nosotros llamamos la autonomía y autodeterminación de los pueblos. Se observa que el consejo comunitario en algunas zonas no se está ejerciendo la gobernabilidad del territorio e incluso la gente tienen mucho temor de hablar. Fue evidente en los recorridos, salvo en las zonas humanitarias, que tienen un nivel de organización mayor que contaron la problemática que están viviendo. Pero es de entender el miedo ya que en medio de las comunidades están los actores armados como los paramilitares”.
Sumado a la difícil situación de la confrontación armada, las comunidades viven los efectos del mega proyecto de maderas del Darien, no hay ni un solo puesto de salud en los territorios de comunidades negras, no hay escuelas, ni vías de comunicación terrestres, ni señal de celular y se evidencia la violencia y la utilización de las mujeres por parte de actores armados como el paramilitarismo. Es así que las comunidades a medida de sus capacidades y nivel de organización se ven abocados a resolver sus necesidades a través de proyectos de autogestión, sin embargo estos proyectos en su desarrollo se ven afectados por la violencia y el desplazamiento que han vivido las comunidades.
En el Bajo Atrato chocoano la gente espera que las conclusiones de esta caravana permitan fortalecer la articulación del movimiento social y de las delegaciones internacionales para visibilizar las problemáticas y trabajar mancomunadamente para afrontar la crisis que vive el Choco y juntar esfuerzos alrededor de una propuesta que permita la permanencia en el territorio, la soberanía y autodeterminación de los pueblos y el respeto de los derechos humanos y la vida de las comunidades.