Trochando Sin Fronteras, edición 39 abril – junio de 2019
Transcripción: Isneldo Gonzáles
Mi nombre es Helicio Rueda, un líder social como todos ustedes, me fui de este mundo pero quiero contarles mi historia. Nací en la vereda La Laguna, municipio de la Palma, departamento de Cundinamarca, viajé para esta región del país, por la extrema pobreza que se vivía allá, llegué a estas tierras, la segunda semana de octubre de 1974, Fortul era un Pueblito pequeño, no había sino tres casas, techadas con zinc, paroy, y palma, sus paredes de yaripa o esterilla, que la sacaban de la palma del Sarare, escuché decir que había tierra baldía, donde hoy es la vereda de San José Obrero, en el municipio de Fortul.
Colonicé un pedazo de tierra, un vecino me contó de la ANUC, Asociación de Usuarios Campesinos, y entonces constituimos el primer comité veredal, que hubo en esta región, como la ANUC, trabajaba en favor del campesino, del pobre, empezamos a trabajar, a organizar más campesinos es nuestra asociación, tenía que salir a las veredas, y uno en el campo mirando tanta pobreza, entonces dije, esta si es una organización varedal; eso fue lo que hizo que me vinculara competamente a la ANUC, después viajé al Caquetá, duré nueve años, y cuando regresé a Fortul todo estaba cambiado, el pueblo más grande, el terrateniente había sacado la mayoría de campesinos de la tierra, unos dos resistieron, no había ni las Juntas de Acción Comunal.
Al ver eso así, un pueblo huérfano, pensé, eso toca es volver a empezar, a fundar la ANUC nuevamente, no hay otro remedio, toca volver a levantar este pueblo. Le metí el hombro de tiempo completo, entonces, la primera reunión la hice en la vereda Caño Seco, asistieron 17 veredas, y todas se fueron con comités veredales conformados; la segunda reunión grande fue en la vereda del Campín, asistieron 15 veredas.
En el año de 1975, comenzamos a trabajar junto a la comunidad por el acueducto que hoy en día hay en el municipio de Fortul, departamento de Arauca, también trabajamos por la electrificación, la pavimentación de la carretera, la reparación y remodelación del hospital, todo eso no se dio porque el Gobierno quisiera ayudar, fue por el trabajo organizativo de las comunidades, por las luchas del pueblo. Porque para todo tocaba y toca hacer un paro, una marcha. Todo el progreso que hay en esta región es por las luchas del pueblo.
El mensaje que yo les dejo a las nuevas generaciones, es que se den cuenta de la situación que estamos viviendo, una situación precaria, que a medida que vayan pasando los días va a ser peor, tengamos en cuenta que nuestra patria está al dominio de un poder extranjero, y eso nos tiene comiendo a cuenta gotas, por la mano del imperio gringo tenemos en Colombia presidentes de derecha, que se arrodillan y al pueblo lo tienen abandonado, vuelto nada.
Veamos el campo como está, porque lo que el campesino trabaja no tiene derecho a ponerle precio, a su trabajo le vienen a colocar precio unos, a los que no les ha costado ni una gota de sudor para sembrar una yuca, un plátano, criar una gallina o una vaca, entonces, todo eso debe mirarlo la juventud de hoy, para que se apeguen a una sola causa, la del pueblo pobre, la del campesino, la de todo el pueblo explotado, para que formen unión, esa es la que hace la fuerza, como una frase que hay por ahí, “un pueblo unido, jamás será vencido. Entonces, asó como es de fácil decir esta frase, que también sea fácil unir nuestra fuerza, tanto organizativa, como políticamente, para que podamos convertirnos en una fuerza, fuerte y poder luchar contra el Estado».
Muchas gracias, de su gran amigo Helicio Rueda.