martes, diciembre 5, 2023

Indígenas del Cauca reclaman garantías para existir en sus territorios

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Trochando Sin Fronteras/ Bogotá D.C., Febrero 28 de 2015

“Los pueblos indígenas no somos actores armados, somos actores de paz”. Con esta frase se inició la rueda de prensa convocada por las organizaciones indígenas de Colombia ONIC y ACIN, para denunciar las agresiones de las que han sido objeto las comunidades del norte de Cauca en los últimos días.

El consejero mayor de la ONIC, Luis Fernando Arias, denunció que los indígenas movilizadas en el llamado “proceso de liberación de la Madre Tierra” en noviembre del año pasado han sido víctimas de amenazas por parte de estructuras paramilitares conocidas como Rastrojos y Águilas Negras. Estos han asumido la autoría de 5 masacres hasta la fecha y, recientemente, se han reportado ataques por parte de la fuerza pública en las fincas de El Japio y San Vicente en Santander de Quilichao.

El pasado 25 de febrero se inició una  acción de provocación por parte del ESMAD, cuyo objetivo fue sacar a los indígenas de los terrenos que estaban en proceso de recuperar. Dicha acción se prolongó hasta el día siguiente y durante ella los miembros del ESMAD hicieron disparos con armas de fuego, en un despliegue excesivo de agresividad y violencia que incluyó lanzamientos de “trufly”, gases lacrimógenos y agresiones con machetes, con el apoyo de tanquetas. Los abusos cometidos evidenciaron que la fuerza pública  ha tratado a los indígenas como si fuesen actores armados.

Adicionalmente, el 27 de febrero se produjo un enfrentamiento entre las FARC y la fuerza pública durante el cual un indígena fue herido de gravedad. Hasta la fecha se han reportado más de 50 indígenas heridos como resultado de agresiones directas del ESMAD, el Ejército y la Policía. Estas agresiones son ejemplo de la brutalidad y el salvajismo del accionar de la fuerza pública: 25 indígenas presentan heridas abiertas, 9 fueron heridos con armas no convencionales, 1 con machete y 2 por disparos de armas de fuego.

Los voceros denunciaron en la rueda de prensa que mientras esta trascurría, la Policía y el ESMAD ingresaban con violencia al campamento de las comunidades ancestrales a quemar cambuches y enseres que allí encontraron.

Dada esta crítica situación, los 20 cabildos indígenas del Norte del Cauca se han declararado en asamblea permanente y solicitan garantías del Estado para que se respeten sus derechos humanos mientras dure la movilización, rechazan las estigmatizaciones y piden el acompañamiento de garantes internacionales.

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