La Caravana Humanitaria ha arribado a Chocó, con el propósito de visibilizar y denunciar las graves vulneraciones de derechos humanos de una de las regiones históricamente marginadas por el conflicto armado en Colombia. Este esfuerzo busca acompañar a las comunidades afrodescendientes, indígenas y campesinas que enfrentan desplazamiento forzado, violencia y carencia en los bienes de consumo colectivo (servicios básicos).
A su llegada, la caravana ha encontrado un territorio marcado por la presencia de actores armados y comunidades severamente afectadas por la pobreza, acompañada de una preocupante la falta de infraestructura y violencia. Las comunidades indígenas del Chocó, entre ellas los Emberá y Wounaan, han sido gravemente afectadas por desplazamientos forzado, confinamientos y violaciones de sus derechos territoriales. La Caravana ha establecido diálogos directos con los líderes indígenas, para recibir y notificar sus demandas de respeto a los territorios de los pueblos ancestrales.
Los testimonios y el paso de la caravana por el Chocó
El diagnóstico revelado por la Caravana destaca una alarmante exacerbación de la violencia debido a la militarización del territorio y la amenaza continua de proyectos extractivistas que deterioran el medio ambiente y afectan la vida de la población. Asimismo, los campesinos han expuesto la falta de acceso a tierras, desplazamientos forzados y la presión de grupos armados que buscan controlar rutas estratégicas para el narcotráfico.
Desde un punto de vista político, la visita de la Caravana ha tenido un impacto significativo, logrando visibilizar internacionalmente la situación de derechos humanos en la región y presionar al gobierno colombiano para actuar. Sin embargo, también ha puesto en evidencia la falta de voluntad política para implementar políticas efectivas que promuevan el desarrollo sostenible y el cumplimiento de los acuerdos de paz.
La resistencia del pueblo chocoano
La economía de Chocó sigue siendo informal y dependiente de actividades de subsistencia, con proyectos extractivistas ilegales que han devastado recursos naturales y generado conflictos por la tierra. A pesar de las adversidades, la caravana ha subrayado la resiliencia de las comunidades que luchan por permanecer en su territorio y vivir en paz, mientras enfrentan la falta de servicios básicos y oportunidades para los jóvenes.
Ante ello, la caravana humanitaria ha subrayado la urgente necesidad de atención y acción frente a las graves vulneraciones de derechos humanos en la región. A través de su diagnóstico y la visibilidad internacional que ha logrado, la caravana ha puesto de relieve la continua marginalización y los desafíos que enfrentan las comunidades afectadas por el conflicto.
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