El asunto es de gran importancia, porque luego de la obstrucción del proceso de discusión de la propuesta de reforma laboral que el progresismo intentó gestionar en el parlamento nacional. La estrategia de viabilizar la participación de la ciudadanía, a través de uno de los cientos de mecanismos de participación popular permitidos por el ordenamiento jurídico y constitucional del país, la consulta popular ha logrado tener gran receptividad en la población trabajadora del país, pese a que aún sus propuestas generales son de limitado alcance en función del tamaño de la crisis laboral del proletariado colombiano y de la situación de involución productiva del país. Situación que, sin embargo, requiere de un conjunto de políticas de mayor dimensión estructural en términos productivos, económicos y sociales.
Esta situación, aun así, es oportuna, porque pone en una complicada situación a los sectores políticos y económicos que han planteado su negativa a dinamizar mínimas transformaciones del modelo de gestión de la explotación laboral en el país. Pues, esta actitud anti popular y retardataria corre el riesgo de quedar una vez más en evidencia frente a los más de 23 millones de colombianos y colombianas que subsisten en complicadas condiciones en el degradado mercado laboral del país. Y con ello, toma fuerza el riesgo de erosionabilidad de su legitimidad y apoyo político aportas de un proceso electoral; pero también, porque en caso de que el proceso de consulta popular se logre dinamizar, estos sectores reaccionarios quedan expuestos a un proceso de acumulación de fuerzas por parte del bloque progresista, el cual abiertamente ha declarado que el recurso de la consulta es parte de su forma de instrumentalizar y gestionar las necesidades de las mayorías de cara al proceso electoral del 2026.
Desde otra perspectiva aunque con enormes limitaciones, la actual situación puede permitir que las amplias mayorías trabajadoras del país asuman un cierto protagonismo como sujeto colectivo en la discusión política nacional, situación que bien aprovechada puede ayudar a cohesionar en mayor medida su concreción como sujeto colectivo y apalancar niveles superiores de acción social y política desde las clases trabajadoras del país, y porque no, permitir ir más allá del fetichismo institucional de la democracia liberal y el pragmatismo de los políticos profesionales y de la política representativa y electoral. Esto, para animar mecanismos y formas más permanentes de democracia popular y proletaria y permitir gestionar cambios estructurales de más largo aliento y mayor alcance.
Así, según la mesa directiva del Senado se trata de una ley ordinaria, por lo cual no se requiere del mecanismo de mayoría absoluta, sino de mayoría simple que hace más posible las intenciones del ejecutivo. En cuentas de servilleta la opción del sí tendría en total 34 votos si se enumera los 20 del Pacto Histórico, 6 del Partido Verde, 5 del Partido Comunes y 3 del Partido en Marcha.
Partidos políticos | Votos x el sí |
Pacto Histórico | 20 |
Partido verde | 6 |
En Marcha | 3 |
Comunes | 5 |
Total | 34 |
Pero las fuerzas parlamentarias negacionistas cuentan con 39 votos si se toman en cuenta los 13 votos del Centro Democrático, 11 del Partido Cambió Radical y los 15 del Partido Conservador.
Partidos políticos | Votos x el No |
Partido Conservador | 15 |
Centro Democrático | 13 |
Cambio Radical | 11 |
Sobre esto, las miradas parecen fijarse hacia el tipo de postura que asumirán los senadores de los Partidos Liberal y de la U que juntos concentra un total de 23 votos, 13 y 10, respectivamente.
Partidos Políticos | Votos fluctuantes |
Partido Liberal | 23 |
Partido de la U | 10 |
Al tiempo, en la estrategia de negociación y tranza burocrática que los gestores públicos del gobierno han privilegiado a costa de la potencia movilizadora de las mayorías trabajadoras, la cual han sabido utilizar conveniente y dosificadamente según los momentos de presión que el cálculo burocrático y electoral orienta, al igual que los niveles de dispersión, desorganización y rutina política de los trabajadores permite.
Sobre este escenario e independientemente del tipo de resultado que en el parlamento pueda darse. La centralidad de la coyuntura dicta un proceso político en ebullición que tiende a desplegarse durante los próximos meses en el cual se irán sumando diferentes agendas y cuestiones que complementan la compleja situación económica, social y política del país, la cual aparece disgregada en temas aparentemente inconexos como la crisis en materia de la guerra interna, educativa, de desarrollo regional, pobreza, crisis ambiental y empresas criminales, entre otras más.
La juventud proletaria en degradación: una preocupante arista de la crisis laboral y del futuro del país
La publicación del Departamento Administrativo de Estadística Nacional (DANE) del boletín técnico de mercado laboral juvenil del 12 de mayo de 2025[1], del boletín técnico de ocupación informal del primer trimestre 2025. Sumados al de mercado laboral publicado el pasado mes de abril y que resume el comportamiento de las variables macro laborales del país durante el primer trimestre del presente año. En general permiten ubicar un tipo de radiografía de la situación de degradación de las condiciones laborales del proletariado nacional, aunque con muchas luces y sombras.
Sin embargo, el documento sobre mercado laboral juvenil nos transmite algunos datos importantes para reflexionar sobre la urgencia de gestionar políticas laborales y económicas orientadas a gestionar mejores formas de aprovechamiento del principal activo productivo del país, su fuerza de trabajo.
Así, siguiendo el informe podemos constatar que de los 11 millones de jóvenes entre 15-28 años que contempla la medición del boletín, una proporción de 2.6 millones no realiza ningún tipo de actividad productiva formativa. Esta es una población un poco menor de la que habita la ciudad de Cali, la cual se aproxima a 2.9 millones y mayor a la que habita la ciudad de Barranquilla que cuenta con una población de 2.3 millones. Esta situación, evidencia lo poco que se ha avanzado en dar respuestas a las demandas de la juventud proletaria que se esgrimieron en la gran huelga de masas del 2021, la cual paralizó el país durante meses.
La cifra permite establecer que solo el proletariado sobrante juvenil en el país tiene una proporción considerable de brazos caídos, mayor al grueso de desempleados totales del país que asciende a 2.5 millones. Una realidad natural si tomamos en cuenta las leyes generales que determina el contradictorio movimiento de la acumulación capitalista y su tendencia natural a la reproducción de poblaciones fluctuantes y sobrantes.
Este dato se complementa con la proporción de trabajadores jóvenes de 15 y 28 años que participan activamente en el mercado laboral. La cual según el informe asciende a 6.3 millones de personas; de las cuales, 5 millones conforman la población ocupada y 1 millón la población desocupada. Lo cual permite establecer que desde una mirada optimista en Colombia una población de 3.6 millones de jóvenes entre 15 y 28 años no cuentan con condiciones mínimas de reproducción social a causa del precario sistema laboral del país y de la incapacidad del sistema educativo de generar su movilidad social. Estos si sumamos el nivel de población juvenil catalogada como nini y desempleada.
Población jóvenes entre 15 – 28 años | En millones |
Población total | 11, 4 |
Tasa general de participación | 6,3 |
Población ocupada | 5,08 |
Población desocupada | 1, 08 |
Población estancada (ninis) | 2,6 |
Total población juvenil sobrante | 3,6 |
Esta situación sumada al hecho de que en Colombia de los 23.7 millones de trabajadores que a marzo de 2025 registran como ocupados, el 57 % desarrolla sus actividades laborales en los circuitos de la informalidad laboral. Esta es una población trabajadora de 13.5 millones. Un importante conglomerado de proletariado que funciona en las fronteras del régimen laboral del país, y del cual, el 85,7 % se ocupa en pequeñas empresas con niveles bajos de productividad y poca capacidad para generar niveles mínimos de protección y bienestar social para los 11.6 millones de personas que conforman su fuerza de trabajo. Proporción de población que componen los segmentos más débiles de la informalidad productiva y laboral del país.
Población ocupada total nacional | 23, 7 millones |
Población desocupada totalmente nacional | 2.5 millones |
Población informal total nacional | 13.5 millones |
Población informal en microempresas | 11,6 millones |
Democracia popular y proletaria: una alternativa de largo aliento
Estos acontecimientos que marcan la tendencia del debate nacional de la semana dan la oportunidad para remarcar las importantes propuestas formuladas una y otra vez y desde el movimiento social y popular del centro oriente a fin de posibilitar alternativas de gestión de la crisis nacional.
Por un lado, construir una economía de fondos públicos que permita generar un nuevo proyecto productivo y social para el país, desde el cual podamos atender de manera más pertinente los movimientos del proceso de reajuste del gran capital mundial, desde la perspectiva de la gestión popular y proletaria y la gestión pública y estatal. Configurar niveles de democracia proletaria y popular yendo más allá de la limitada democracia formal e institucional y de su lógica de representación contradictoria y regresiva.
A la par, potenciar la gestión de la producción nacional y de gestión de la fuerza de trabajo que hoy recae mayoritariamente en las unidades productivas más pequeñas, las cuales pueden apalancarse desde la alianza pública y proletaria, ampliar su dimensión y reorientar su función desde una perspectiva de gestión estratégica alineada con las necesidades macroeconómicas que expresa la actual situación de crisis y limitación productiva del país.
Lo cual puede llevar a mejorar las condiciones del empleo nacional y permitir una mejor gestión de las fuerzas productivas del país, en línea de un proceso de concentración de la gestión pública y popular de los sistemas de bienes de consumo colectivo, que permita la gestión de fuentes de empleo y bienestar para los millones de trabajadores y trabajadoras del país, desconcentrando el monopolio privado del gran capital de los recursos públicos y de las estructuras estratégicas de promoción de servicios públicos, domiciliarios y sociales.
Es también fundamental la consolidación de un modelo educativo soberano y estructurado de cara a los grandes desafíos del desarrollo nacional. Por lo cual, es imprescindible relacionar el mundo de la educación a la realidad social del país, ampliar la organización de los trabajadores de la educación y descentrar el debate de la educación de las dimensiones netamente gremiales, articularlo a la necesaria labor de responder a la demanda de un sistema de ciencia y tecnología y de formación proletario y popular.
Autor
Giovanny Bermúdez – Observatorio Social y Territorial de Bogotá – Sabana.
Bibliografía.
Boletín Técnico: Principales indicadores del mercado laboral marzo 2025. DANE. 30 abril. 2025. Bogotá D.C.
Boletín Técnico: Ocupación informal. Trimestre enero- marzo. 2025..DANE.12 de mayo 2025.
Boletín Técnico: Mercado laboral de la juventud. Trimestre enero- marzo 2025. DANE. 12 de mayo 2025.
[1] Todas las cifras utilizadas en la presente sección pueden consultarse en los boletines de mercado laboral para el primer trimestre del 2025 publicados en el portal web del DANE. En: https://www.dane.gov.co/index.php/estadisticas-por-tema/mercado-laboral/empleo-y-desempleo