Trochando Sin Fronteras, octubre 28 de 2019
Por: Oglis Ramos – Colaborador Internacional
[dropcap color=»#ddc80d» type=»square»]A[/dropcap]mérica latina grita contra el poder opresor de las trasnacionales y las corporaciones financieras. Mientras el grupúsculo de la elite burguesas más dominante emana políticas opresoras, los pueblos de ecuador y chile descargan su ira contra esas políticas y rechazan de manera frontal el sistema que está establecido, dado que los ahoga y les cercena el derecho a una vida digna. Reclaman la no privatización de los derechos que la mal llamada democracia instaurada por los gobiernos neoliberales buscan arrancar de raíz.
La ira desatada por los pueblos no puede contenerse con militares; la situación de los últimos días de ecuador y ahora chile muestra que el sistema dominante no es ajeno a las revueltas que él mismo causa por sus políticas y acciones en contra de la mayoría, que siempre ha estado oprimida por políticas beneficiosas para las altas esferas, que ha determinado cómo tiene y debe vivir la mayoría, que no es más que la opresión económica y social. Esa misma élite que privatiza y redobla la guillotina contra el pueblo es la que desde tiempos remotos se ha bañado en oro y riquezas mientras que el trabajador vive de sus migajas para mantenerlo en la cúspide; esa misma que de una forma u otra sigue apretando el gatillo de la desigualdad, la que hoy se encuentra amenazada por los gritos y la rabia de cientos de miles, desde ecuador hasta chile. Los gobernantes que defienden el sistema de dominio global no ven otra opción más allá de la represión brutal y asesina contra los gritos de la ira y el descontento.
Estas manifestaciones en estos dos países, sin duda alguna tomaron por sorpresa al sistema dominante y a las mismas agencias de inteligencia que están bajo el dominio de las elites financieras que gobiernan al mundo. Así mismo, bajo la dirección de la máquina asesina que puede existir, el Fondo Monetario Internacional se ha oprimido a los pueblos usando el arma de las grandes corporaciones mundiales para apoderarse de una forma inescrupulosa de la riqueza de los países donde se aplica su política.
El efecto Ecuador llego para quedarse en Chile, el descontento generalizado; el engaño de una economía sólida, la máscara de la mentira se le cayó al sistema y a los grandes medios de información que se jactaban de que la economía chilena era la más estable. Hoy sus propios ciudadanos desmontan esa mentira con protestas, cacerolas y consignas; mientras el estado mantiene esa mentira con represión, asesinato, violaciones que se desmenuzan en retenciones en las casas, civiles disparando contra civiles, detenciones de periodistas y miembros de portales alternativos. En fin, se trata de un cerco informativo copiado de los grandes países que emanan la “miel de la democracia”
De aquí la digna rabia que explota desde los poros de los oprimidos, esa digna rabia que deja el temor atrás y le muestra al estado opresor que aún hay resistencia, que hay esperanza para exigir una vida con las garantías sociales para los oprimidos; los cuales al ver cercenados sus derechos optan por la rebelión en la expresión de masa y fuerza que es incontrolable por parte del estado opresor.
El cinismo de los gobernantes llega a un extremo de culpar de sus errores a otros países mientras Ecuador y Chile arden. El gobierno argentino prepara falsos positivos mediáticos contra Venezuela al decir que la culpa es del gobierno venezolano y de agentes de espionaje enviados por el gobierno de Nicolás Maduro. El gobierno de argentina está temeroso que sus ciudadanos encaren la privatización a la que han sido sometidos y la forma de enfrentarla es tumbando gobiernos con protestas. Para los gobiernos neoliberales de Chile, Argentina y Ecuador no les queda de otra de tapar el hueco culpando a los demás del error de sus ambiciones. Si se culpa a Nerón por la quema de Roma porque no culpar a otros por el incendio de Ecuador y Chile…
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