Juntanza Ambiental Suacha a través de comunicado y rueda de prensa dio a conocer sus preocupaciones frente al avance en los estudios y diseños para la adecuación del río Suacha.
En el documento y rueda expusieron que el proyecto generaría afectaciones a corto mediano y largo plazo, puntualizando que no solo en el río se vería afectado, también, los ecosistemas subyacentes o dependiente de este cause.
Para el líder ambiental Humberto Medellín, Suacha tiene ecosistemas estratégicos que se afectarían, “El municipio Suacha tiene unos ecosistema muy estratégicos, cómo son el páramo el bosque alto andino, la zona de sabana Bogotá y el bosque de niebla. Además del río Suacha como eje articulador de toda esa estructura ecológica que tiene el municipio”.
La juntanza expresó que fue por un vídeo colgado en las redes sociales de Corporación Autónoma Regional – CAR que conocieron del proyecto. “Hace 2 años nos enteramos por un video que existía en YouTube que la CAR que pretendía realizar un estudio para diseños geomorfológicos del cauce del río Suacha en el que pretendían dentro de su hacer la canalización del río”
Entre las averiguaciones hechas por la Juntanza, se encontró que más allá de adecuar el río, el proyecto estaba dirigido a beneficiar con obras a intereses económicos. El primer hallazgo expuesto fue de la construcción de una estructura de sedimentación que beneficia a las empresas de explotación minera, en palabras de la Juntanza la CAR con recursos públicos efectuaría una obra para mitigar el daño ambiental de las mineras, librando a estas de sus deberes ambientales.
«Nosotros estamos en contra, la autoridad ambiental no puede con recursos del Estado, con recursos públicos darle solución a un problema que crean las Industrias mineras»
El proyecto, también pretende canalizar el río, además de hacer jarillones en la parte baja, antes de llegar a la zona rural del municipio. Así, la realización de los jarillones favorecería a los constructores y su interés de construir la segunda fase del megaproyecto de vivienda en este sector iniciado en el gobierno de Uribe en 2011. La Juntanza denuncio que la CAR pretende hacer los jarillones para evitar el desborde del río en este sector, con el único fin de favorecer la urbanización.
La juntanza exigió que la CAR ponga en marcha el trámite para expedición de una licencia ambienta, así como la participación de la ciudadanía, mediante la realización de una consulta. A su vez exigen la realización de mesas trabajo en donde se discuta la estructura ecológica del municipio y el control estricto hacia las explotaciones mineras.
Las juntanza propone usar los 90.000 millones en la restauración ecológica del río desde su nacimiento hasta su desembocadura, priorizando la restauración de bosques y la funcionalidad ecológica el río, recuperando la calidad del agua, y que se prohíba la construcción de vivienda en la zona baja.
Dentro de las acciones que realizarán, la juntanza plantea entablar acciones judiciales y proyectan realizar una audiencia pública ambiental. Estas acciones irían encaminadas a visibilizar las posibles afectaciones, tomando como ejemplo lo sucedido con la canalización de otros afluentes, ejemplo de ello lo sucedido en Medellín, lugar donde se canalizó y la pavimentó de las zonas de descanso del río trayendo consigo fuertes inundaciones.