El pasado 30 de junio, a través de panfletos y de varios medios de comunicación, el Ejército de Liberación Nacional anunció el inicio de un paro armado en los departamentos de Arauca, Casanare, Boyacá y los Santanderes el próximo 3 de julio.
Según el comunicado firmado por el Frente de Guerra Oriental del ELN, paro consiste en la prohibición de actividades de comercio y transporte, y se prolongará hasta el domingo 6 de, a las 06:00 de la mañana.
La organización insurgente manifiesta que el paro armado hace parte de las actividades de conmemoración de 50 años transcurridos desde su fundación un 4 de julio de 1964, fecha en la que se realizó su primera marcha guerrillera en el departamento de Santander.
De la referida conmemoración también hace parte la campaña denominada “político-militar 50 años del ELN”, respecto de la cual la organización guerrillera ha reconocido la comisión de varios atentados tales como el efectuado al complejo petrolero de Caño Limón en Arauca y el realizado contra una estación de policía en Bogotá.
La reacción del gobierno a los anuncios del ELN ha sido expresada en las manifestaciones del ministro de defensa, quien instó a la fuerza pública y a los organismos de seguridad del Estado a actuar en contra de los insurgentes, refiriendo que éstos se encontraban inmersos en la población civil. Lo anterior ha sido catalogado como violatorio a principios del Derecho Internacional humanitario, tales como el de distinción y de protección a población y bienes civiles.