El encuentro entre delegados de los principales movimientos agrarios, campesinos, étnicos y populares con el presidente de la República fue un hecho político de primer orden, del que las organizaciones populares salieron mejor paradas. La Cumbre Agraria mostró una plataforma unitaria, firme e inteligente ante un presidente dispuesto a ceder poco para ganar mucho. Diálogo, sí; posconflicto, difícil. (Leer Editorial Colombia Informa)