La trumpiana consiga de “América primero” puede tener diversos significados, que en su amplitud nacionalista ha mostrado su funcionalidad para arrastrar a la clase trabajara bajo la esperanza de mejorar sus decrecientes condiciones de vida. Con ello, Trump elevó las apuestas, al prometer tanto mejorar las ganancias de las empresas como incrementar las condiciones de vida de los trabajadores, un objetivo difícil de lograr, de no ser que se trate de un capitalismo floreciente, que es precisamente lo que se supone se debe recuperar. Así que, para acercarnos, como por un sobrevuelo, al reto asumido por la próxima administración, le preguntamos a la IA sobre cómo se distribuye el producto y las ganancias de ese país en 2023, siendo sorprendente el altísimo grado de concentración de las ganancias, las que promete elevar el nuevo gobierno mediante reducciones de impuestos y gastos.
Para contextualizar, y poder enfocarnos en cómo se distribuyeron las ganancias entre las empresas, hay que saber que el Valor Agregado Bruto de 2023 fue de 27.36 billones de dólares. Ese monto se distribuyó así: 15 billones en salarios (55 %), 8,2 billones en ganancias (30 %), 2,7 billones en impuestos (10 %), 1,36 billones en subsidios (5 %). Hay que tener presente que son datos agregados, y que pueden presentar discordancias, pero, dan pistas, como que, por ejemplo, las utilidades brutas —ganancia neta más impuestos — sumaron 10.9 billones.

Otro dato importante es que hay cerca de 32 millones de empresas que no cotizan en bolsa, mientras que las cotizantes solamente fueron 5.704, (2.272 en New York Stock Exchange-NYSE, y 3.432 NASDAQ), esto es, menos de un 1 % del total. Desde aquí, puede empezar a verse la altísima polarización en la distribución de ingresos, porque las ganancias de las empresas de la bolsa fueron de 5.5 billones, mientras que las que no cotizaron únicamente absorbieron 3.5 billones.

A su vez, como lo resume la tabla 1, las ganancias de las empresas en bolsa se concentraron en un 60 % entre las que poseen activos superiores a mil millones, entre las que se encuentran las siete grandes tecnológicas. Y, entre las empresas que no cotizan en bolsa, el 40 % de las utilidades se concentraron en las 2.000 más grandes. En resumen, solamente 3.500 empresas concentraron el 52 % del total de las ganancias de 2023.

El proceso de altísima concentración de capital es el que conduce a la polarizada distribución de las ganancias entre capitalistas. Proceso que es apalancado por la mediación financiera, de ahí que empresas como Meta (Facebook) y NVIDIA (productora de chips y receptora de grandes ayudas del gobierno en su lucha contra China), experimentasen incrementos de su valor bursátil en un 98.5 % y un 85.5 %. Esto explica que, las siete grandes empresas tecnológicas de Estados Unidos (Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta, NVIDIA y Tesla), hayan apropiado cerca del 25 % de las ganancias totales de 2023, cifra que seguramente será superior para los resultados de 2024. Punto en el que debemos recordar que los fondos de inversión Black Rock y Vanguard poseen conjuntos de acciones de estas empresas.
Esto ayuda a explicar la distribución concentrada de la ganancia cuando se le considera por grandes sectores. Como lo resume la tabla 3, el de tecnología apropia más del 22 %, fruto de la competencia centrada en el desarrollo de la IA, y la producción de chips que requiere, pero también en la difusión de las redes por medio de las cuales las empresas tecnológicas modificaron y están subsumiendo el mercado, lo que les permite colocarse en la cúspide de la estructura productiva, controlarlo y obtener ganancias extraordinarias a costa de succionar valor de los demás sectores. Estos cambios ayudan a explicar por qué el sector de las finanzas ya no se coloca en la cúspide del sistema y cumple la función de centro de la hegemonía, muy a pesar de que siga siendo importante su papel tanto para elevar el valor bursátil como para captar parte de la masa de ganancia.
Además, no sorprende que el sector salud sea el segundo de mayor rentabilidad, puesto que el cuerpo de los trabajadores, soporte de la fuerza de trabajo, es reproducido mediante su desgaste y enfermedad, consistiendo su atención en un gran negocio. Otra cifra por resaltar es la de las magras ganancias del sector manufactura, que apenas apropia un 7.5 % de su total, lo que es congruente con que sus índices de actividad estén cayendo desde fines de 2021. En resumen, los sectores que por lo general demandan más mano de obra están percibiendo menores ganancias, de allí el reto que debe enfrentar el próximo gobierno en su intención de invertir la evidente tendencia a perder ventaja innovadora y competitiva frente al capital de origen chino.

De otra parte, la distribución del ingreso salarial, por rango de ingreso, se resume en la tabla cuatro. Si se tiene en cuenta que, para 2023 se estimó que un trabajador necesita un ingreso no menor a 68.499 dólares año, para vivir en forma más o menos digna[1], se tendría que aproximadamente el 60 % de los trabajadores no acceden a ese límite, el que por supuesto puede reducirse aumentando el número de asalariados por familia. Entonces, desde aquí, empiezan a brotar las contradicciones que deberá enfrentar el gobierno republicano.
Trump ha afirmado, a lo Reagan, que disminuirá los impuestos a las grandes fortunas y empresas a fin de animar las ganancias y las inversiones. De ser así, deberá contar con fuentes alternativas de ingresos para no desbalancear más las finanzas públicas, e incrementar la deuda del gobierno. La que sea dicho de paso, acaba de superar otro límite, al llegar a 36 billones, con una deuda total de 92.9 billones, es decir, un 364 %[2] del PIB. En su campaña, Trump dejó entrever que, para compensar la caída de ingresos fiscales por renta, incrementaría los aranceles, especialmente a productos de China, México y la Unión Europea, y a la vez aplicaría recortes de gastos, tarea para la cual ha destacado a su escudero Musk.
Para ejecutar exitosamente esa política, una de las dificultades está en la flexibilidad de sustituir un tipo de ingreso por otro, a lo que se suma su potencial recaudación. Pero, lo más importante, es que los incrementos en los aranceles de bienes importados pueden repercutir seria y negativamente en los ingresos de los trabajadores, al encarecer el acceso a la canasta de bienes, lo que abiertamente choca con uno de los objetivos antes enunciados. A ese efecto se suma el recorte de gasto social, lo que impactará en el ingreso neto de las familias proletarias más pobres que perciben magros subsidios en educación, salud y vivienda. Puede entonces que, como de costumbre, la reducción de impuestos a las empresas y a los millonarios de ese país recaiga contra los ingresos de los trabajadores.
Para que eso pueda suceder, bajar los salarios reales para incrementar los beneficios, es necesario quebrarles las piernas a las organizaciones de los trabajadores. Unas que, desde 2022, vienen en ascenso en sus luchas, con huelgas emblemáticas como las del sector automotriz, UPS, del sector salud, de puertos o de la Boeing. En esa dirección, Musk y Trump han apuntalado una ofensiva contra la izquierda, según ellos, atrincherada en la cultura woke y el sector universitario, la que apenas puede ser el comienzo de una estrategia sostenida de ataque, fragmentación, marginamiento y destrucción de la organización defensiva de los trabajadores, que podría tomar vuelos internacionales.
En resumen, habrá que estar atentos al cómo enfrentará el gobierno de Trump, las contradicciones que emergen de los propósitos enunciados en su campaña y cómo responde el proletariado ante esa estrategia.
Referencias
[1]Cisneros S. ¿Cuánto dinero debo ganar para vivir cómodamente en EE. UU.? El Comercio Perú. https://elcomercio.pe/mag/respuestas/cuanto-debes-ganar-para-vivir-con-comodidad-en-estados-unidos-eeuu-nnda-nnlt-noticia/. Publicada: agosto 22, 2024.
[2]Deuda del gobierno federal como la deuda de los hogares, empresas y otras entidades privadas, según consulta a la IA Copilot