Trochando Sin Fronteras 30 de septiembre de 2016
El pasado 26 de septiembre, en Cartagena, se firmó el acuerdo de paz entre las FARC-EP y el gobierno nacional. El próximo 2 de octubre, la sociedad colombiana decidirá el plebiscito que pretende refrendar los acuerdos logrados en La Habana.
El Congreso de los Pueblos desde el año 2013 ha venido hablando de paz y analizando la participación de la sociedad en los diálogos del gobierno y la insurgencia. A inicios de 2016, en el marco de su comisión política realizada en Gualanday Cauca, ese movimiento decidió acompañar los diálogos de paz.
En ese sentido se han realizado campañas promoviendo el sí al plebiscito como, por ejemplo,la paz sí es contigo, vamos por más. Desde su perspectiva, el Congreso de los Pueblos ha recogido propuestas de paz en los territorios y desde ahí ha generado mandatos a nivel nacional.
Jimmy Moreno, vocero del Congreso de los Pueblos, en entrevista con Trochando Sin Fronteras, dio a conocer la posición de ese movimiento frente al plebiscito y la implementación de los acuerdos de La Habana.
Jimmy declaró que la firma de los acuerdos es importante para el país porque se avanza en la terminación de un conflicto, pero como Congreso entendemos que la paz va mucho más que la firma con un actor armado, sino que se deben tener en cuenta las comunidades de cada territorio y su propuesta de vida digna. No puede haber paz si no hay participación de la sociedad; no hay paz si el gobierno sigue incumpliendo los acuerdos logrados por las comunidades por medio de la movilización”
En cuanto a la participación del movimiento social en los acuerdos de La Habana, puede decirse que faltaron escenarios de consulta, lo que generó inconformidad en algunos sectores. Así lo hicieron ver, por ejemplo, los Indígenas que se movilizaron en Valledupar exigiendo que antes de que se implementen los acuerdos se tenga en cuenta la autonomía de la comunidad.
El Congreso de los Pueblos propone forjar nuevas propuestas de paz, para que que el movimiento social no se quede en el “SÍ”, sino que se generen nuevos espacios de participación y de interlocución con el gobierno nacional para lograr una paz integral.
Por otro lado, mientras el gobierno y demás entidades estatales hablan de paz, se siguen aprobando nuevas leyes como la de las Zidres, que afecta a los productores campesinos. También sigue profundizando el modelo extractivista y se amenaza con una nueva reforma tributaria que aumentará los impuestos a la población.
Por esas y otras razones el Congreso de los Pueblos se diferencia de ese SÍ, pero acompaña estos acuerdos y su implementación; de igual manera, ese movimiento exige al gobierno que tenga coherencia y voluntad real con la construcción de una paz con justicia social.
Se aspira que después de la dejación de armas se fortalezca la construcción del bloque popular, social, alternativo y democrático que busca cambios y transformaciones en el país.