Trochando Sin Fronteras Edicion 27 Mayo-Junio
Edilsa Serrano – Trochando S.F.
En la actualidad existen normas y leyes que favorecen la condición sexual diferente a la heterosexual que amparan los derechos de aquellos que desean ser incluidos en la sociedad sin estigmas y rechazos; la diversidad de género sí existe, y puede expresarse incluso en nuestros familiares y amigos cercanos. ¿Qué tanto hacemos para aportar a su identidad, a su lucha constante por la igualdad?
En los años 400-500 a.c. los griegos veían a los homosexuales, lesbianas y bisexuales como seres iguales, es decir, no se tomaba la orientación sexual para diferencial la condición social de los ciudadanos; ejemplos hay, tanto en la literatura (el legendario personaje de Aquiles en la Ilíada de Homero), como en la realidad (Eurípides, Alejandro Magno o la poetisa Safo).
Dicen que los tiempos cambian y que los seres humanos tienen más conocimientos y oportunidades. ¿Pero por qué ahora a las personas con condición sexual diferente se les llega a tildar de enfermos mentales? Porque vivimos en una sociedad enferma de vicios, de prejuicios contra quienes son diferentes, pero que al mismo tiempo elige o ampara corruptos para gobernar; pareciera que no somos capaces de aceptar a un ser humano con todas las características iguales a las nuestras, con las mismas preocupaciones y los mismos derechos.
La religión y la “sociedad” hablan de la homosexualidad como un defecto o una enfermedad, apartando y excluyendo a las personas con condición sexual diferente. Pero, por acierto, la comunidad LGTBI[1] se viene vinculando a los procesos de lucha del movimiento social, siendo reconocida con el respeto y la igualdad que todos los seres humanos merecemos. Así tuvieron la posibilidad de lograr, por medio de la movilización y la la lucha por sus derechos, que la Corte Constitucional le diera vida legal al matrimonio igualitario. La histórica decisión de la Corte escuchó el clamor de miles de ciudadanos que por su orientación sexual han sufrido persecuciones y agravios inmerecidos. Aunque algunos no esten de acuerdo con el reconocimiento a la diversidad sexual, ésta ya es una realidad para esas familias que vivían en la desigualdad, porque se trata de una condición que ha existido en la sociedad a lo largo de su historia y que estábamos en mora de reconocer.
La comunidad LGTBI se reconoce entonces como parte de la clase popular que ha sido explotada y marginada por este sistema que discrimina por cualquier razón. Hoy se unen a la lucha del pueblo que espera mejores condiciones de vida, y en esa medida aportan al plan de vida de la región y de la nación. Con esta inclusión al movimiento social se está avanzando en el camino por el reconocimiento de todos sus derechos, para que además del matrimonio, también se garantice su seguridad personal y económica.
Desde una perspectiva ética y social, hoy debemos reflexionar acerca de la tolerancia hacia los demás; la aceptación y no discriminación de los seres humanos con condiciones sexuales diferentes a los heterosexuales; se debe concientizar y crear cultura abierta que permita que los derechos adquiridos a través de la lucha constante por la comunidad LGTBI sean reconocidos y aceptados en la sociedad.
Los jóvenes que hacen parte de la comunidad LGTBI piden ser reconocidos en la sociedad con las mismas condiciones de igualdad, rompiendo estigmas y paradigmas que desde sus hogares sufren, a tal punto que acaban con sus vidas. Desde el movimiento social nos solidarizamos y les brindamos el apoyo total a su lucha; a la lucha por la igualdad de géneros.
¿Qué tan dispuestos estan en aceptar y en apoyar la lucha de los que pueden ser nuestros amigos o familiares? ¿Qué tan conscientes somos de lo que nuestros seres queridos sienten por estar atrapados en un cuerpo que no esperaban tener o en una sociedad que los rechaza por su orientación sexual?
[1] Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales.