Trochando Sin Fronteras, noviembre de 2017
Han trascurrido cuatro días de asamblea del CNA, unos días soleados y muy calurosos, tanto por el clima como por las discusiones políticas que se han dado en las mesas de trabajo. Los campesinos de clima frío, se refrescan con agüita y anhelan un gurapito. Don José Domingo se reprocha el olvido de la maxi ruana negra, la cual usa para echarla al piso y descansar un rato. Los campesinos de tierra caliente de cuando en cuando se preguntan ¿a cuántos grados estaremos?, por acá hace más calor que en nuestra tierra.
Han sido días para recrear la política del CNA, las mesas de trabajo han sido los espacios para discusión política y los debates nutrido de propuestas basados en la experiencia que ha permitido trazar la política para el campo. En la mesa de tierra y territorio, se resaltaron temas como el reconocimiento del campesinado como sujeto político colectivo de derechos y como actor político. Y adelantar un trabajo como CNA en la comprensión y apropiación de las consultas populares como mecanismo de defensa del territorio.
En el trabajo de la mesa, de economía propia, don Gilberto campesino Araucano resalta la importancia de la soberanía alimentaria, “si sembramos comemos mejor, en estos espacios no debe faltar las frutas y las bebidas propias de nuestros territorios”. Uno de los puntos a resaltar en esta mesa es la forma de entender la economía propia el campesinado colombiano: “La economía campesina en sí misma, es una economía de resistencia, porque es colectiva”. Y como una conclusión de esta mesa es que: la unidad del movimiento campesino y la movilización son las herramientas que garantizaran que estas propuestas emanadas de esta VI asamblea y del trabajo campesino lleguen a feliz término.
En la mesa de Vida digna y bienes de consumo colectivo, los campesinos y las campesinas resaltaron la importancia de fortalecer y mantener las guardias campesinas para la defensa de la movilización, y que sean estas las que frenen los avances de los paramilitares y de las empresas extractivitas en los territorios. “Mientras persista el modelo extractivista no habrá vida digna en Colombia”, esta fue la conclusión esta mesa.
Los campesinos y las campesinas abordaron el tema de solución política, en esta mesa se dejó claro que el primer espacio de incidencia y acción son las Juntas de Acción Comunitaria –JAC-, y que la solución política está en marcada por el respeto a los derechos en lo político, económico y social. Si se quiere la paz, se debe preparar para la guerra, puesto que se está aprovechando para profundizar el modelo, en el cual se utiliza la represión como mecanismo de control de la población. Es por ello que la unidad debe fortalecerse para enfrentar esta amenaza latente.
Para los campesinos y campesinas es prioritario la protección de la producción campesina y resaltaron el papel de la Guardia Campesina, que debe blindar los procesos organizativos, en articulación con los equipos de Derechos Humanos. La conclusión de esta mesa es: la seguridad y protección del territorio solo la garantiza las comunidades organizadas.
En la VI asamblea se continua con el trabajo asambleario, a la expectativa de la elección de una nueva junta directica que guiara el plan de trabajo para los próximos cuatro años.