La denuncia se realiza ante el anuncio de la construcción de un pozo profundo por parte del acueducto privado Acuaoriente. Según las comunidades el pozo se perforará dentro de una reserva hídrica vital para la región a una profundidad de 120 metros.
Esta acción extractiva, que busca captar agua se realiza en una zona estratégica de nacimientos y quebradas, representando un riesgo para el equilibrio ambiental, el derecho humano al agua y el bienestar de miles de familias en municipios como Curití, San Gil, Barichara, Villanueva, entre otros.
¡El agua es vida, no mercancía!
¡Palocortado no se vende, se defiende!
Hacemos un llamado a las autoridades ambientales, organizaciones sociales, defensores de derechos humanos y medios de comunicación para unir fuerzas en defensa del agua y la soberanía territorial.
Ante estas pretensiones de la empresa, las comunidades del municipio de Curití han alzado su voz en defensa del agua, la vida y los territorio, además de realizar espacios de encuentro y trabajo en los que rechazan la posible captación de agua dentro de la llamada Estrella hídrica de Curití.
Este ecosistema estratégico «Estrella Hídrica de Curití» se encuentra ubicado a más de 1.950 metros de altura, es una de las principales zonas de recarga hídrica de la región y desde allí nacen quebradas Curití y Cuchicute. Las quebradas mencionadas surten acueductos comunitarios y municipales como Corpojoyas, La Peña, Acueducto de Curití, Acuasan, Cocapal, Corpobejaranas y el mismo Acuaoriente, mismos que estarían en riesgo ante la captación de agua.
La Estrella Hídrica de Curití cuenta con más de 600 hectáreas en régimen de protección, destinadas a conservar los ecosistemas de alta montaña y garantizar la permanencia de los nacimientos de agua, la biodiversidad y la vida rural.
Acuaoriente: desvío de caudales, posible perforación y captación de aguas subterráneas
La pretención de la perforación no es un caso aislado. Acuaoriente ha sido denunciada por el desvío de caudales en la quebrada Grande —también nacida en Palocortado. En las denuncias las comunidades han evidenciado que la captación intensiva de la empresa ha secado este afluente hídrico, sin que las autoridades ambientales y de protección hayan tomado las medidas sancionatorias o de protección por parte de la Corporación Ambiental de Santander – CAS.
En su pretención de perforar, Acuaoriente adquirió un predio contiguo a la zona de reserva desde la cual se realizarían el proceso. Las comunidades han denunciado que el proyecto se desarrolla sin una consulta previa, falta de claridad técnica y estudios rigurosos, en medio del silencio cómplice de entidades como la CAS, la Gobernación y la Alcaldía de Curití.
Defensa del agua y del territorio
En medio del silencio y la complicidad institucional, las comunidades han emprendido un proceso sostenido de defensa del territorio. En reuniones comunitarias, acciones jurídicas y consultas ante instituciones como la Gobernación, la Alcaldía, la Defensoría del Pueblo y la CAS, han exigido respuestas, estudios independientes y el respeto por el agua como bien común. Asimismo, proyectan escenarios de movilización popular para visibilizar el abandono estatal y la amenaza de mercantilización del agua por parte de intereses privados.
«Desde una mirada de defensa de los derechos humanos y la justicia agroambiental, denunciamos la omisión institucional, la ausencia de veeduría ambiental efectiva y la intención de acaparar el agua por parte de una empresa privada que ya ha demostrado prácticas extractivas irresponsables. La vida en el campo y en los pueblos depende de estas fuentes. No puede permitirse que se vendan al mejor postor».