jueves, diciembre 7, 2023

La Caída de los Precios Internacionales de los Hidrocarburos

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Por: Grupo de Estudios Geopolíticos y Territoriales -GEGT-

La crisis económica visible en la recesión de algunas de las principales economías capitalistas obligó la alta migración de sus capitales hacia otras naciones y economías a manera de exportación. África y América Latina se han convertido en grandes receptores de inversión extranjera directa, debido a una salida masiva de capitales del centro a la periferia, en busca de mayores tasas de rendimiento.

Este gran movimiento de capitales ha estado acompañado de la guerra. A través de la OTAN se realizaron maniobras militares en regiones energéticamente estratégicas como Ucrania, Siria, el resto de medio oriente y el Magreb africano. Sin embargo, los réditos no han sido los esperados: en la situación ucraniana Rusia logró neutralizar gran parte de la acción estadounidense; en el caso de Siria existe un pacto de no agresión por el momento, debido a que el estado sirio ha jugado un papel destacado en el combate a Estad Islámico.

Este revés internacional ha significado el cambio de estrategia energética para Estados Unidos, país que ha sostenido históricamente su consumo y abastecimiento de crudo principalmente a partir del saqueo al resto del mundo. A pesar que mantiene su abastecimiento a partir de los países productores de petróleo, ha tomado la determinación de aumentar su capacidad de producción interna de hidrocarburos.

En los últimos cinco años Estados Unidos incrementó su producción de 9 a 12 millones de barriles diarios, cantidad superior a la registrada por Arabia Saudí quien es el histórico coloso de la producción de petróleo. La estrategia utilizada por el país norteamericano fue la explotación de hidrocarburos no convencionales, los que se encuentran en abundancia en formaciones geológicas en varios de los estados de Norteamérica.

El juego estadounidense de aumentar la explotación de hidrocarburos no fue bien vista por los grandes de la OPEP como Arabia Saudí, Qatar y los Emiratos Árabes, quienes viendo amenazada su monopolio del crudo, empezaron a cerrar brechas en la alianza con Estados Unidos y decidieron también aumentar su producción a la espera de una caída del precio de los hidrocarburos por debajo de los 65 dólares/barril, a fn de hacer insostenible la explotación de los no convencionales. Esta tensión, antes inexistente entre Estrados Unidos y el mundo Árabe ha sido también el sustrato perfecto para el avance agigantado del control suní y especialmente del Estado Islámico sobre los países petroleros en Oriente Medio.

Efectivamente, la producción de no convencionales en Estados Unidos descendió con la caída general de los precios de los hidrocarburos a finales del 2014 (figura 1). Sin embargo, el retroceso en la producción interna, estimuló de nuevo la compra de crudo en el mercado internacional; un doble juego que demostró la gran capacidad de producción de los Estados Unidos por un lado, y que finalmente bajó los precios a niveles muy cómodos para los importadores energéticos netos, generando una reactivación en el consumo interno debido al efecto en la baja de los combustibles.tabla precios petróleo
Figura 1. Evolución del precio del petróleo (WTI) Fuente de datos: U.S. Energy Information Administration.

El retroceso de los precios internacionales del petróleo generó también un reacomodamiento geopolítico. El más importante de ellos es el fortalecimiento del Estado Islámico, el que en medio de las tensiones energéticas entre Estados Unidos y Arabia Saudí, Catar y los Emiratos Árabes, permitió el avance de la hegemonía política de esta fracción sobre vastos campos petroleros que actualmente sirven como base económica para la guerra civil que se desarrolla en esa región.
Por supuesto, los países en los que la renta petrolera aporta un peso significativo en sus economías y que no tienen procesos de diversificación son los principales perdedores. Oriente medio y parte de América Latina enfrenta procesos de desaceleración económica importantes, los que no son otra cosa que el eco de la crisis mundial.
La búsqueda de una salida a la crisis económica, principalmente en el capitalismo norteamericano y europeo, se basa entre otras, en la estimulación del consumo interno para ganar dinámica de los mercados en esos países. Para ello, la estrategia geopolítica ha sido devaluar el precio internacional del petróleo, lo que hace que la crisis, lejos de solucionarse, tienda a trasladarse a las economías periféricas y extractivas.
En latinoamérica este fenómeno es claramente visible en las economías argentina, brasilera, mexicana, colombiana y venezolana. En todos estos países se han generado los siguientes fenómenos: 1) devaluación de las principales empresas petroleras como YPF, Petrobras, PEMEX, Ecopetrol y PDVSA; 2) Déficit fiscal para el 2015 o en proyección para el 2016 debido a los contratos futuros; 3) devaluación de las monedas locales, principalmente frente al dólar; 4) aumento en la fuga de capitales hacia otros sectores o latitudes; 5) desaceleración de la economía.
Finalmente, la fuerte crisis económica previsible para América Latina, tenderá a recaer sobre crisis políticas en cada uno de los contextos nacionales. Las demandas sociales que no podrán ser cubiertas por el déficit fiscal, agudizarán el período de la confrontación social, lo que supone un remesón político en todo el continente.

 

 

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