Trochando Sin Fronteras – Junio 1 de 2020
Por: Iván Ipiaksua – Colaborador
Este es un llamado analizar la elitización y la exclusión en la conquista del espacio, que enriquece y solo beneficia a la empresa privada; en aras de la innovación capitalista que se maquilla en el concepto de “progreso humano”.
Escuché a varios de ustedes decir ¿y qué? ¡Si la humanidad avanzó en el desarrollo de tecnología para conquistar el espacio…!. Con frases como esta se inundaron las redes hablando positivo de ello, por eso, este artículo, el cual da cuenta de otra visión, ya que este tema tiene muchos vericuetos.
Nadie está en contra de los avances tecnológicos que beneficien a la humanidad; pero, lastimosamente la realidad es otra, recuerdo que, cuando una empresa desarrolla una tecnología o medicamento para curar alguna enfermedad, u operaran a la distancia a un enfermo, estos avances no se comparten con el mundo, por el contrario se venden por millones de dólares a quien la pueda comprar.
Carrera por el turismo espacial
Space X es una empresa, entre algunas más que –compiten-, lean bien –compiten- por el negocio de monopolizar el turismo espacial, y entre las que se encuentran Virgin Galactic y Blue Origen, estas empresas luchan por quedarse con el jugoso negocio dirigido, exclusivamente, a los cientos de millonarios del mundo dispuestos a pagar los opulentos pasajes- (La carrera por el turismo espacial: tres empresas pugnan para llevarte a las estrellas).
El expresidente Obama en el año 2012, ordenó a la NASA apoyar los experimentos de empresas privadas, como SpaceX, aportándoles dinero. El actual presidente Trump de Estados Unidos, puso como meta volver a la luna en unos pocos años. Meta que busca hace de la luna parte de su “exclusiva soberanía” y extraer los recursos que allí se hallen. Trump habló con varios de estos magnates, para invertir en este proyecto espacial.
¿Romantizan a Elon Musk?
Con el efectivo despegue el 30 de mayo de la nave –Crew Dragon- de Space X, se inundaron las redes con la exitosa historia de vida del empresario dueño Elon Musk. “Un granjero que conquistó el espacio”, Jua,jua,jua,jua…. (lloro de risa). Eso me recuerda cuando en el colegio nos inculcaban que todo se puede lograr en la vida…, y nos colocaban el ejemplo del expresidente Belisario Betancur, y recuerdo a una profe que me decía “Un campesino que fue presidente” ¡Juepa…!; pero lo que no evalúa es el resultado de su presidencia, la cual no fue en favor del campesinado, sino de las élites de su partido Conservador y oligarquía nacional que lo apoyaron, las cuales miran con desprecio al pueblo y al campesino.
Romantizar la vida Elon Musk,entre miles de millones de habitantes en el mundo, quien tuvo más posibilidades socioeconómicas que otros de viajar de Sudáfrica a Canadá y acceder al conocimiento tecnológico, no está bien. Ese vil pensamiento de embudo, en el cual en la parte ancha esta todo el contenido de algo y por el angosto una pequeñísima fracción de ese mismo pasa, es la historia de este caso. Es la historia del capitalismo.
Este sábado asistimos en directo del lanzamiento del Space X. Un viaje exclusivo para los millonarios, mientras todos lo vemos pegados a la pantalla del celular, soñando con estar ahí…, cuando en la realidad no estará a nuestro alcance.
Y no está mal admirar el éxito del avance científico, también vi el lanzamiento admirando el acontecimiento, lo que está mal es la elitización de los viajes espaciales, mientras que millones buscan migrar a otros países buscando un futuro para sus familias. ¿Quién de nosotros puede costear este viaje – US 20 a 100 millones de dólares-?, mientras un millonario invierte este dinero para el mejor viaje de su vida, millones mueren por buscar una mejor vida.
Sin quererlo, y por el manejo mediático de nuestras pasiones, estamos fascinados a ser simples espectadores; pagamos por ver la disputa por la conquista del espacio, mientras esperamos sobrevivir a una crisis de capital, escondida bajo el manto de una pandemia.
Hoy sabemos que el turismo por el turismo, es uno de los principales elementos de inequidad social. Detrás de ello se esconden delitos ambientales, sexuales y sociales. Y nada indica que ahora en el espacio eso cambie, pues son los mismos principios lo que lo rigen: libre competencia e inversiones sin restricción. Con la disculpa del “turismo” y el apoyo a empresas privadas, desarrollan otros proyectos de expansión imperialista.
Este episodio debe servir para cuestionar los acontecimiento, preguntarse ¿Cuáles son los intereses detrás de ello?, tener presente que la innovación tecnológica esconde intereses, todo para las empresas, pero nada para la humanidad.
** Las opiniones, análisis y/o similitudes expresadas por los autores son su responsabilidad, por tanto Trochando Sin Fronteras no se hace responsable