miércoles, abril 30, 2025

Varias situaciones del paro nacional de maestros y maestras

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 Trochando Sin Fronteras edición 33 julio – Agosto de 2017

Por: Fuerza Nacional Magisterial –Arauca-

 

Frente al pasado paro nacional del magisterio, queremos dar cuenta de varias miradas y situaciones (que no relativizan el asunto), sino que contribuyen a tratar de visibilizar la totalidad de este como fenómeno social importante para el sindicalismo, en el que se ubican logros, pero también vicios, invisibilizaciones y elementos que deben superarse para recuperar una corriente sindical unitaria, independiente y clasista.

El paro, un logro político para el sindicalismo colombiano

El paro es un logro político para el sindicalismo, debido a que los trabajadores y trabajadoras de la educación, pasaron de “paros” de media jornada, a jornada completa, a recuperar el paro o huelga extendida como expresión primordial de lucha. Los docentes suspendieron de manera colectiva actividades laborales durante 25 días o 37 días calendario, en el que se cambiaron escritorios, tableros, textos y la enseñanza en el aula, para enseñar en calles y veredas con arengas, canciones, marchas, faroles, charlas, caminatas, vídeos, pancartas y demás dentro de las particularidades y originalidad de cada departamento y localidad.

Lo anterior, lleva a señalar y reconocer, que la fuerza del paro residió  en sus bases y que el camino es seguir gestando luchas populares profundas similares a: “la marcha del hambre de septiembre de 1966, que fundo procesos para el estatuto laboral docente 2277 (1979); pasando por el Movimiento Pedagógico de los años ochenta cuyo producto fue la Ley 115 de 1994 conocida como la Ley General de Educación; hasta la defensa de las trasferencias presupuestales para derechos básicos en 2001, cuya derrota dio lugar a la generación del Sistema General de Participaciones”[1].

No obstante, los maestros y maestras organizados deben seguir atentos a suprimir vicios dentro del sindicato, pues aún no se evidencian mecanismos que fortalezcan la democracia sindical dentro de la FECODE. Aunque no hubo descontento generalizado por el levantamiento del paro, no existió herramienta participativa que permitiera escuchar a las bases y tomar decisiones, tal como ocurrió en el 2015. Práctica que se considera nociva dentro del sindicalismo, pues levantar el paro sin consultar a las bases, legítima figuras patronales y caudillistas dentro del sindicalismo, debilitando la democracia sindical, pues se le da relevancia a las individualidades, o, papeles “heroicos”, poniendo en segundo plano la lucha de las bases organizadas.

Se logro romper “las formas de comunicación dominante que generalmente invisibilizan o tergiversan los procesos de movilización popular, la respuesta de las bases y la del equipo del ejecutivo de la FECODE fue inmediata, oportuna y contundente”[2].

El  ejercicio comunicativo popular y alternativo difundió un adecuado discurso político y pedagógico que desde las redes sociales, las calles, pueblos y veredas legitimaron la lucha del magisterio, no como lucha gremial, de un sector, sino como una lucha común que pretende romper reglas fiscales de financiación no solo para la educación, sino para salud, agua potable y salubridad, ganando la simpatía y admiración de la mayoría de la población colombiana.

En este sentido, se considera que los maestros y maestras movilizados ganaron en capacidad organizativa y en comprender que el sindicalismo debe pasar a mayores niveles de conciencia y organización.

Las bases fueron superiores pese al descontento del paro 2015

No olvidemos que existió una gran derrota y traición a las bases por parte del ejecutivo de la Federación Colombiana de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación –FECODE-  en el paro del 2015, que negocio pésimamente -y solo algunos puntos-, sin previa consulta a las bases y justo en los momentos en que todo parecía favorecer la justa causa. Lo cual dejo ver las debilidades ideológicas del ejecutivo y demás sindicatos departamentales, muestra de la crisis del sindicalismo en Colombia.

Pese a ello, quedó demostrado que los maestros y maestras de base trabajaron arduamente en el paro, estuvieron siempre alertas a los pasos de la dirigencia nacional y a la altura de la movilización. “Paramos pero no olvidamos”, fue el slogan de la Fuerza Nacional Magisterial –FUNAMA-, expresión del Congreso de Pueblos al interior de la FECODE, que mostro capacidad  de liderazgo, responsabilidad y ética,  dejando a un lado el descontento para reflejar en cambio la altura de los sueños por una escuela más digna, por la dignificación de la labor docente y  el aprovechamiento de hacer del paro un escenario propicio para aportar a otra práctica sindical.

Desacuerdos e invisibilizacion de acciones del magisterio de base

 Existieron antes del paro profundos desacuerdos frente al pliego de peticiones radicado por la FECODE el 28 de febrero del 2017. Lo resumimos en tres aspectos: El tema de ascenso de los docentes 1278; la poca aceptación o rechazo del ejecutivo a la Vigilia por la Educación Pública y el manejo poco clasista del ejecutivo frente al tema de la salud para los docentes.

Por un lado los docentes del nuevo estatuto laboral, estatuto 1278 (del 2002) poseen peores condiciones laborales que repercuten en su condición social  como trabajadores y trabajadoras de la educación. Estatuto que surgió no como producto de la lucha organizada (tal como la Marcha del hambre con el 2277) sino como medida jurídica que asegura una mayor regulación y control del rol docente en el marco de un estado que viene acomodando el sistema educativo al orden económico mundial del siglo XXI.

Gran parte de estos docentes del 1278 –que lo entregaron también todo en el paro-, volvieron a sentirse en un plano secundario e insatisfechos por las medidas tomadas por el Centro de Estudios e Investigación Docente CEID-FECODE, que impulso en el 2015 como mecanismo de ascenso, la mal denominada Evaluación de Carácter Diagnostico Formativa ECDF. Una prueba que se basa en la grabación de una clase de 40 minutos, en el que el docente invisibiliza desde el guion, luces, cámaras y acción las históricas deudas del estado frente a la educación y monta una clase ideal que le permita puntos para clasificar a un ascenso. Hecho vergonzoso, símil a un panóptico que vigila y modela la práctica pedagógica, repercutiendo en la subjetividad de los nuevos docentes para hacerlos más  flexibles a las reglas del mercado educativo.

Al contrario la mayoría de estos docentes, pese a que se enfrentan al vergonzosa prueba, dicen NO a la implementación de la ECDF como mecanismo de ascenso y reubicación, pidiendo que se retomen lo planteado en la propuesta de ascenso del 2014 y en el paro del 2015, que es: Ascenso y/o reubicación por títulos, experiencia y tiempo de servicio.

Cuestión que es bastante triste, sobre todo porque el invento fue gestionado por ejecutivo, el cual ha tratado a toda costa de esquivar, callar e invisibilizar el descontento generalizado. Frente a este aspecto el presidente de la federación en pleno paro hablo del tema generando expectativas falsas, pues dicho contenido no se encontraba en los acuerdos, lo que evidencia una actitud populista de “recoger” la insatisfacción para ganar legitimidad como individuo.

Como segundo aspecto, se resalta la acción de la Vigilia por la Defensa de la Educación Pública (en la iglesia San Francisco de la ciudad de Bogotá), propuesta liderada por FUNAMA con otros colectivos y expresiones del magisterio. Acción que llamo la atención de diversas comunidades y de los medios masivos de comunicación, ganando aceptación generalizada. Sin embargo, el presidente de la federación, Carlos Rivas, nombro la acción como una actividad no coordinada ni liderada por la Asociación Distrital de Educadores ADE ni la FECODE, negando dicha expresión popular y con ello otros tipos de acciones de lucha que también son alternativas que permiten medir y escalonar la lucha del pueblo organizado.

No obstante, en posteriores entrevistas el presidente de la federación invitaba a la toma de vías, parques e “iglesias”… contradiciendo su discurso y negando de tajo la propuesta de la Vigilia por la educación, por el hecho de ser una acción no planteada desde el patronismo del ejecutivo.

Frente al tema de la salud del magisterio, los docentes del Cauca que no se sumaron al paro, consideraron que la forma como se planteó este punto en el pliego radicado, no genera ninguna ruptura frente al modelo económico, pues se beneficia a “otro” operador privado. Resultando ser una táctica más para que los contratistas sigan con el negocio de la salud de los docentes. Al respecto, la Asociación de Institutores e Institutoras del Cauca –ASOINCA- ha buscado al contrario el fortalecimiento de la red hospitalaria con fondos docentes. También estuvieron en “37 días huelgas realizadas en abril y agosto de 2016 y enero de 2017, por la recuperación del derecho a la salud. La respuesta del ejecutivo fue deslegitimar la acción política, pagaron cuñas radiales y artículos en periódicos, ataques por redes sociales, intentando desmovilizar”[3]. Una acción que demuestra el poco identidad de clase, patronalismo y clientelismo en el ejecutivo, frente otras posibilidades sobre la salud del magisterio y el rechazo a otras prácticas  organizativas.

 ¿Qué sigue?

Lo que sigue es que los maestros y maestras de base sigan alimentando la lucha, el estudio, la organización y movilización. Una oportunidad más para que como maestros y maestras de base avancemos, discutamos, participemos y construyamos pliegos, movilización y horizontes de lucha a corto, mediano y largo plazo. Pues aunque el magisterio, no obtuvo una ganancia total, tampoco fue una perdida.

 Con aciertos y desaciertos el paro nacional del magisterio oxigeno una deuda histórica que el Estado tiene con la financiación de la educación pública e  inversión social. “El magisterio salió a defender los Derechos de padres, niños y la comunidad en general, y a batirse en la calle para que se entendiese que la mezquina inversión del gobierno en educación, saneamiento básico, salud y agua potable, no solo no era suficiente, sino, que la comunidad debía intervenir para mejorar y democratizar la discusión sobre esta importante inversión social manejada a su amaño por los gobiernos de turno que viene generando el estado de crisis producto del desfinanciamiento sistemático.

Al magisterio le queda un largo camino por recorrer, haciendo el trabajo pedagógico en los Concejos, Alcaldías, Gobernaciones, Barrios y Veredas a lo largo y ancho del país, para que la comunidad se empodere del tema del Sistema General de Participaciones y concurra a defender sus derechos en todas las instancias y participe en su modificación con el agravante de que el tiempo es corto y debe utilizar todos los medios posibles para llegar a la comunidad de manera precisa y clara”[4].

Finalmente trabajar de manera sistemática en la necesidad de mejorar la capacidad política y de acción para la dinamización de procesos de formación política, sectorial y técnica a las bases, activistas y dirigentes. Caminar en la derogación de leyes  estatutos que atentan contra el rol docente, la educación pública y estar atento sobre todo a no multiplicar  prácticas clientelistas, patronales y burocráticas que limitan el ejercicio sindical.

[1] Comunicado FUNAMA sobre la finalización del paro nacional del magisterio (29 de junio del 2017).

[2] Comunicado FUMAMA – CENTRO ORIENTE (18 de junio del 2017).

[3] HUELGA NACIONAL DE FECODE RECONOCER LOS ERRORES….. PRIMER PASO PARA AVANZAR (junio 2017)

[4] Comunicado FUNAMA sobre la finalización del paro nacional del magisterio (29 de junio del 2017).

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