Trochando Sin Fronteras, noviembre 26 de 2019
Eran las 6:00, la penumbra poco a poco oscurecía las calles de Saravena. Un municipio en medio del piedemonte araucano que ha vivido el abandono estatal y la militarización de sus territorios, pero también es epicentro de organización y lucha en la construcción de poder popular.
En un Parque Central secuestrado por la Policía Nacional, por medio de un anillo que seguridad que no permite el libre acceso. Cientos de jóvenes y estudiantes se dieron cita para expresar su indignación ante asesinato de Dilan Cruz, joven bogotano al que le cegaron su vida por exigir educación gratuita.
Junto a ellos, madres y niños también acompañaron los gritos de aquellos que exigen garantías para las necesidades más básicas de los colombianos.
A cacerola limpia esperan convocar a más jóvenes para exigir cambios y trasformaciones, y así evitar ser asesinados por el ESMAD o terminar reclutados forzosamente por la Policía ó el Ejercito.