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Paz sí, pero con transformaciones: ELN

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Trochando Sin Fronteras 19 de julio de 2016

 

En un video publicado ayer 18 de julio, los comandantes del Ejército de Liberación Nacional Pablo Marín, Nicolás Rodríuez Bautista y Pablo Beltrán responden varios interrogantes sobre los diálogos de paz que esa organización adelanta con el Estado colombiano, y también del que se lleva a cabo con las FARC.

Según Pablo Marín, quien recientemente ingresó al Comando Central del ELN proveniente del Frente de Guerra Oriental, el fin de la guerra en Colombia se acerca en la medida en que el gobierno muestre voluntad de propiciar los cambios estructurales que requiere el país. En este sentido, Marín expresa su acuerdo con el presidente Santos en el sentido de que la confrontación con las FARC se acabó. No obstante, el comandante insurgente señala que el mismo día que se anunció el cese de las hostilidades entre esa guerrilla y el Estado colombiano, se agudizaron las luchas sociales que fueron reprimidas con violencia por ese mismo Estado. Luchas que lo que buscan es el respeto a los derechos humanos y bienestar para la población.

En ta sentido afirmó que “Los Estados y gobiernos deben respetar el derecho del pueblo que es el propio dueño de la vida y los recursos naturales… no se puede permitir que éstos estén en manos de algunos pocos y del capital, que es lo que hasta ahora hemos vivido los colombianos y la razón por la cual hemos luchado como insurgencia”.

Por su parte, el primer comandante del ELN, Nicolás Rodríguez o ‘Gabino’, respondió a la pregunta de si era válida la lucha armada, 52 años después del surgimiento de esa guerrilla. La respuesta fue categórica: “Así es”. Para sustentar su afirmación, Gabino recordó la consigna de Camilo Torres Restrepo, quien señaló que las vías democráticas para que el pueblo accediera al poder estaban cerradas. Ejemplificó esa sentencia con casos como la represión violenta a las expresiones de descontento popular, la existencia del paramilitarismo y el ‘amarrado’ sistema electoral que existe en Colombia. A manera de conclusión, expresó que “Las condiciones de hoy siguen siendo las mismas que motivaron la lucha armada revolucionaria, por las cuales se alzó en armas el Ejército de Liberación Nacional”.

Lo anterior se relaciona con la pregunta de si un posible proceso de paz con el ELN superaría la lucha de clases. Al respecto habla Pablo Beltrán, quien trae a colación la polémica frase del multimillonario estadounidense Warren Buffett: “Claro que existe una guerra de clases, y los ricos la vamos ganando”. Así las cosas, lo que se pretende con la salida política a la confrontación es, según lo manifiesta Beltrán, que esa lucha entre los intereses de los pobres y los ricos, de una clase y otra, se desarrolle sin usar la violencia. De eso se trataría un posible acuerdo de paz, de sacar la violencia de la confrontación  política, pero eso no resolvería las contradicciones de clase.

Estas declaraciones se producen en medio de un clima tenso, dada la suspensión de los diálogos con el ELN decretada por el gobierno nacional. Al respecto, el ELN manifiesta que tal suspensión se produjo con base en condicionamientos unilaterales del gobierno que no estaban contenidos en los acuerdos de la fase exploratoria, pero que su organización sigue atenta a la reactivación del proceso de paz.

Hasta la fecha, el ELN no se había pronunciado los diálogos de paz de las FARC con el gobierno nacional, más allá de decir que los respetaban. En esta oportunidad, sus comandantes hacen referencia a los principales aspectos que distancian los dos procesos.

Hay que decir que el proceso que considera el ELN acertado o correcto para hablar con el gobierno tiene importantes diferencias”, señala Gabino. Una de particular importancia es la participación de la sociedad, pero, aclara, de la sociedad históricamente excluida del poder, las víctimas, los pobladores de las zonas de conflicto y de los barrios pobres. Dice también que el ELN no tiene el derecho a decidir por los colombianos y que por eso no aceptará un proceso de paz sin la participación protagónica del pueblo.

 

Finalmente, los comandantes del ELN afirman que cualquier acuerdo al que se llegue no es importante en sí mismo, sino que su éxito depende de hechos y transformaciones concretos, “los meros papeles firmados no van a acabar el problema”, refieren. Sólo si el gobierno, el régimen y las clases dominantes cumplen, el proceso avanzará y no será necesario el alzamiento armado. Pero si incumplen, el pueblo tendrá otra vez una resistencia armada, la rebelión estará a la orden del día. En palabras de Pablo Beltrán: “Si las clases dominantes ceden en sus privilegios, se comprometen a una re distribución, no sólo de la riqueza sino del poder, se le quita la base a la lucha armada; pero si dicen esto no me lo cambien, esto no me lo toquen, estarán sembrando la semilla de la resistencia social y del alzamiento armado”.

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