German Bedoya
La Habana Cuba Mayo 1 de 2014
La energía de millones de vidas,
la energía de la revolución y la dignidad.
“Sin prisa pero sin pausa” una consigna que está presente en cada una y cada uno de los cubanos, quienes la aplican en la vida cotidiana y en este caso para un día de conmemoración muy especial que congrega a millones de gentes en las diferentes plazas de la revolución de cada una de las provincias que conforman la división político administrativa de la mayor de las Antillas.
Con el primaveral abril se comienza a vivir en el ambiente que ya es Primero de Mayo; en la emisoras radiales, en televisoras locales y nacionales el tema diario es éste, transmiten noticias de elegidos y elegidas por su destacamento en su área de trabajo para irse a la Habana o para encabezar la marcha en su provincia, los comerciales invitan al pueblo a prepararse para esta importante fecha, la gente cuelga pasacalles, pegan carteles en los almacenes restaurantes, oficinas, escuelas y portales de sus casas con mensajes alusivos a esta fecha, el cubano es consiente que este primero de mayo tiene una significación especial ya que acontecimientos de los últimos tiempos hace que así mismo sea: El gran triunfo político del regreso de los cinco héroes antiterroristas que estaban prisioneros injustamente en los Estados Unidos cumpliéndose la promesa cuando Fidel dijo “Volverán”. La reciente participación de la isla como invitado oficial a la VII Cumbre de las Américas en Panamá luego de más de cincuenta años sin hacerlo, donde el jefe de estado como los delegados oficiales de la sociedad civil cubana le dejaron claro a América y al mundo las apuestas del proyecto socialista y su contribución en diferentes países del planeta. Los cambios que se están instaurando en materia económica. Las noticias de apertura de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, convencidos que es una batalla más que ha sido ganada, demostrando que no bastó su poderío militar, sus intervenciones directas, el genocida bloqueo para acabar con la revolución cubana heredada del pensamiento de Martí, ejecutada por Fidel y Raúl con los legados del Che Camilo Cienfuegos, Vilma Espín, otras y otros héroes de la revolución ejemplo de lucha y las más de tres millones de firmas obtenidas maratónicamente en pocos días como apoyo a la Revolución Bolivariana, a su pueblo y al presidente Maduro constatando que Venezuela no es una amenaza sino una esperanza y que los lazos entre los dos pueblos son indisolubles.
Con todo este ambiente llega el día esperado, el transporte público en la Habana es suspendido a las nueve de la noche del treinta de abril, todas las guaguas son acondicionadas y luego dirigidas a los puntos de recogida de los participantes en todos los barrios de la ciudad, comienzan a llegar también delegadas y delegados de las diferentes provincias; a las dos de la madrugada inician los recorridos a sus sitios de concentración niños, niñas, mujeres, campesinas, campesinos, empleados públicos, estudiantes, cooperativistas, cuentapropistas, militares, artistas, transportistas, profesores y pueblo en general a cumplir la cita con el recorrido que iniciará a las siete de la mañana con el canto del Himno Nacional de Cuba y algunos discursos; comienza así la fiesta en conmemoración y reivindicación por las obreras y obreros asesinados que perdieron sus vidas exigiendo sus derechos, solidarizándose también con obreros y desempleados de los que en otros países luchan por mejores condiciones de trabajo y de vida digna.
El ambiente de la plaza de la revolución donde pareciera que la estatua de José Martí y los iconos del Ché Guevara y de Camilo Cienfuegos quienes desde sus ubicaciones dominan toda la plaza se alegraran con esta fiesta, la pantalla gigante ubicada frente a la tribuna demarca las figuras del presidente Nicolás Maduro y de Raúl Castro en lo más alto de la escalinata del monumento a Martí situación que hace que se escuchen fuertes aplausos, consignas y se vitalice la alegría, la marcha es encabezada por los héroes de la república y miembros del Buró político junto a otras personalidades quienes con paso firme inician la marcha seguidos por una pancarta tan grande como su mensaje: “UNIDOS EN LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO” sus portadores los trabajadores de la salud a quienes este año se les dio el privilegio de encabezarla enarbolando con ellos las banderas de los países donde Cuba ha contribuido solidariamente con sus médicos, enfermeros y conocimientos científicos en misiones medicas; luego un río de gente camina, desde el hermoso malecón, con el bellísimo y gris mar caribe que lo circunda quien con sus olas intenta entrar a la vía como queriendo demostrar así, que también se une a la marcha, la fiesta es grande, la conga de Santiago de Cuba ameniza, y retumban sus acordes por todos los altoparlantes instalados en la plaza y en la avenida paseo, los jóvenes de las tribunas presentan una revista con pañuelos azules, blancos, negros rojos, las fotos de Fidel, Raúl, Vilma, el Che, Camilo Cienfuegos y Chávez marchan también; una lluvia pertinaz refresca el cuerpo y fortalece el espíritu de dignidad y resistencia; los marchantes van diciendo con albor popular; “hoy hasta las nubes se unen a la caminata” banderas de muchos países y organizaciones sociales son enarboladas tanto en la marcha como en la tribuna donde más de dos-mil internacionalistas se maravillaban ante el majestuoso acontecimiento; en toda la marcha los rostros son expresión pura de alegría, en algunos brotan lágrimas de emoción, se escuchan cantos y bullas, se suman emociones, y sentimientos, se suman sueños y esperanzas se respira un ambiente de éxtasis y de libertad; aquí contrario a otras marchas en otras partes del mundo no se escuchan consignas de exigencias; la única que se escucha es: “fin del bloqueo” pero si se escuchan consignas de “Viva la dignidad, viva la lucha, viva la revolución, viva América soberana y libre, viva cuba, viva Fidel, viva Raúl, viva Venezuela, y vivan los pueblos del mundo”.
Luego el caudal de este incontenible rio humano va llegando a su final y con los acordes de la internacional tarareando: Arriba los pobres del mundo de pie los esclavos sin pan… todas y todos levantan su puño, y en una sola voz todos los idiomas, todos los participantes culminamos con el acorde “VIVA LA INTERNACIONAL”.
Con un estremecedor aplauso se renueva la energía de millones de vidas, la energía de la revolución y la dignidad.
German Bedoya
La Habana Cuba Mayo 1 de 2014