La expansión de la lógica de acumulación capitalista a nivel mundial no solo ha traído consigo muertes por causa de la guerra y la invasión a países ricos en recursos energéticos, sino que también se ha traducido en una profunda crisis humanitaria derivada del precario acceso a alimentos de una gran parte de la población mundial, condenada al hambre, a la malnutrición y al padecimiento de enfermedades relacionadas con la mala alimentación. En ese sentido, Colombia y en particular la Sabana de Bogotá no han sido la excepción, sino más bien un ejemplo de lo que el capital puede hacer con un territorio y su producción agroalimentaria.
La reprimarización económica Con la política del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno Santos y su “joya de la corona”, la locomotora minero-energética, la gran mayoría de los territorios de nuestro país se encuentran concesionados, ya sea para proyectos mineros, petroleros, energéticos, agroindustriales o turísticos.
Trochando Sin Fronteras, septiembre 18 de 2013
En el año 2012 se produce el documental Arauca tierra codiciada el cual se refleja la realidad colombiana de los territorios que resisten a la locomotora mineroenergética, y en los cuales se ve...