miércoles, abril 30, 2025

Paro Nacional: ¿Todo en contra de la movilización?

Mientras se encuentra el consenso de poder contra el Paro Nacional, sus convicciones de un país y mecanismos de democracia real, directa y popular. Las clases populares aciertan, en medio de un escenario de fragmentación con el impulso de la Asamblea Nacional Popular.

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Trochando Sin Fronteras, junio 11 de 2021

La ruptura de la mesa entre el Comité Nacional Paro -CNP- y el Gobierno Duque, dejo claro el calado de las contradicciones e intereses de clase. Contradicciones que difícilmente buscan reconciliarse de forma pragmática y burocrática.

El CNP más allá de conectarse con las amplias mayorías, buscó utilitariamente poner a la cola de su táctica de negociación la energía de la juventud, las clases trabajadoras y los movimientos sociales. Hecho que marcó distancias e instituyo líneas de desconfianza y rechazo de importantes sectores sociales. Esta actitud fue aprovechada por las fuerzas del uribato, para neutralizar y minar la legitimidad de la movilización. Además, de no posibilitar coordinaciones y condicionar su ampliación y proyección política.

Por su parte, el retardatario Gobierno Duque luego de endurecer el tratamiento represivo a la protesta social ha celebrado una sangrienta y anti popular victoria. Las fuerzas que comandan este bloque de poder hasta el momento han podido llevar las energías sociales hacia un escenario de incertidumbre, fragmentación y desgaste táctico, combinando mecanismo de fascismo social, represión militar, populismo de mercado y diplomacia guerrerista.

Sin embargo, la movilización que rebaso fácilmente las condiciones de representación y conducción del CNP; ha entrado en considerable desgaste y fragmentación sectorial y territorial. Vía del aplastamiento represivo, la negociación institucional o por agotamiento de sus fuerzas sociales. La gente en la calle ha puesto en tensión los sesgos e intereses corporativos, el cálculo burocrático y el tacticismo electoral que en mucho contribuyeron para que los sectores realmente movilizados quedarán sometidos al autoritarismo. Mientras que aumenta las cifras de asesinaos, lesionados, desaparecidos, amenazados y encarcelados.

Ante el desgaste, el sesgo de los dirigentes del CNP pretende ahora corregirse con un supuesto cambio de estrategia de gestión social y política. Cambio que se hace ver como el más grande de toda la historia nacional, sobre la cual se busca impedir la acelerada perdida de su capacidad de conducción política y conexión social.

¿Una estrategia tardía?

Sí, es tardía la intención del CNP  de redireccionar hacia la sociedad su estrategia de gestión política. Además de ser utilitaria y deshonesta, por cuanto colocan el manejo de la crisis al servicio de los cálculos electorales y burocráticos. Ceden frente a la presión de los sectores políticos que les han subordinado; con ello llevan a la juventud, las clases trabajadoras y populares hacia un estratagema de captación electoral. Esta acción es abiertamente populista y desconsiderada con la urgente necesidad de materializar las exigencias en la calle.

En el campo electoral no sorprende tampoco el cálculo de conveniencia de Petro, progresista que avispadamente ha acentuado estrategia de negacionismo del Paro Nacional.  En su caudillista declaración del 9 de junio del 2021, dio la espalda a la movilización; subordinando el bienestar de las mayorías y la oportunidad de arrastrar cambios fundamentales a su limitada empresa electoral.

Su connivencia con el Status Quo, es incoherente, cuando es de su conocimiento el orden vertical de la violencia que dice rechazar y que de ninguna forma puede equipararse a las acciones en el marco de la protesta social realizadas para ser escuchados.

La vía de institucionalizar y amilanar la movilización parece contradictoria; en la medida en que no se ha facilitado solución alguna a las carencias populares. Más allá de una pírrica reorientación de limitados fondos públicos a pingues programas de respuesta en materia de empleo y pobreza. Del filantropismo de mercado “de los más pudientes” y de una fachista contraofensiva mediática que pretende dirigir el Estado y la Sociedad contra el Paro Nacional, sancionar la ofensa de la sublevación y legitimar el aplastamiento de su beligerancia social y popular.

La respuesta de la clase popular
Mientras algunos sectores buscan el consenso de poder contra el Paro Nacional. Las convicciones de un país y los mecanismos de democracia real, directa y popular son los aciertos de la clases populares con el impulso de la Asamblea Nacional Popular.
Asumiendo así una postura política para impulsar la consolidación de la Asamblea como un escenario de defensa y fortalecimiento de la protesta social. Todo ello en clave de materializar cambios inmediatos, de mediano y largo alcance para responder a la urgente necesidad de justicia social que sin titubeos requiere el país, desde una mirada más cercana al campo popular.
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A 45 días de movilización en diversos puntos de bloqueo y resistencia subsisten jóvenes, comunidades y organizaciones dispuestos a llevar su lucha al límite; desahuciados de futuro que no se resignan a perder la batalla popular y volver a sus casas con tapitas.

Frente a ello se hace necesario legitimar la movilización; realizar un balance concienzudo y objetivo de la actual situación del Paro Nacional; niveles de consolidación, condiciones de permanencia y capacidad de fortalecimiento; consolidar los escenarios territoriales y sectoriales de deliberación social y popular dentro del macro de la Asamblea Nacional Popular. Además, de trabajar en la contención y fortalecimiento del acompañamiento humanitario, asistencia jurídica y defensa en materia de DDHH. Acciones para prever posibles montajes y procesos de persecución oficial y extra oficial de los liderazgos genuinos.

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Articular los sectores juveniles aun en fuerte dispersión, construir estrategias de solidaridad y acompañamiento con las distintas expresiones de campamentos humanitarios y puntos de resistencia en las ciudades; diseñar una campaña para poner en el centro del debate político la necesidad de construir una propuesta de reforma tributaria desde el campo popular, de una nueva gestión de la economía nacional, de redefinición del modelo laboral y de política territorial y social.

También, sintetizar las reivindicaciones más urgentes y programáticas, llevar hacia escenario más pertinentes de preservación, proyección y cualificación la conciencia social lograda y la potencia política de su acción popular. Es la oportunidad para reagrupar fuerzas, articular miradas de acción, fortalecer la capacidad movilizadora, posicionar referentes de lucha y acción política.

Frente al CNP se debe restablecer la orientación de relacionamiento entre los acumulados sociales, populares y las fuerzas de base del CNP; presionando un cambio en los vectores de planeación y toma de decisiones. Además de construir puentes con los sectores medios de la economía nacional, regional y local.

 

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